Santa Marina preludia el Carnaval
Seis comparsas, dos grupos de percusión y dos artefactos participan en la fiesta de las Candelas Garófano prendió fuego a su Marimanta, que ardió en décimas de segundo
Desde la plaza de Minayo, la avenida de Pardaleras, la autopista o el parque de Castelar se escuchaban los sonidos del Carnaval. Procedían del desfile de la fiesta de las Candelas de Santa Marina. Los grupos de percusión y las comparsas anticiparon los ritmos carnavaleros que dentro de dos semanas se adueñarán de las calles de Badajoz. Zurdos, ollas, tubos, metalófonos, baterías y tambores preludian los bailes y las ganas de revivir la fiesta que más caracteriza a esta ciudad.
La barriada de Santa Marina vivió ayer (tarde y noche) la 35 edición de unas Candelas multitudinarias. Más que puntual comenzó el desfile de seis comparsas (Caribe, Lancelot, Vendabal, Desertores, Dekebais e Infectos Acelerados), dos grupos de percusión (Batala y De pata negra) y dos artefactos (Goteros y tiritas y Krma) que, ordenadamente, y por primera vez con números y nombre, recorrieron Santa Marina, Miguel Celdrán y Saavedra Palmeiro hasta la plaza de Conquistadores. Seguían al Marimanta que, una vez más, fabricó José Manuel Garófano.
Abría la comitiva el estandarte de la asociación de vecinos, con el lema «Haciendo barriada», acompañado de medio centenar de niños de los Scouts de San José, disfrazados. Garófano fue el encargado de encender la pira. Este año ejerció de Caldelero, en honor a sus más de 30 años en la junta directiva de la asociación vecinal. Ha perdido la cuenta de
cuántos Marimantas ha llegado a fabricar. El que ardió anoche no será el último, porque seguirá vinculado a la asociación «mientras viva». Es más, la directiva lo acepta
como colaborador. Tampoco era la primera vez que prendía fuego a sus «criaturas», pues lo ha hecho «cuando ha fallado el Candelero o ha llegado tarde». Anoche no falló y no le dio a pena. «Pena no porque está para eso, esto es como las Fallas, se quema lo malo, ese es el significado que tiene». Ardió en pocos segundos. Algo bueno pasará.