Un empate que no alivia
Un Mérida de dos caras, mejor la de la segunda parte, suma en casa un punto insuficiente
Si el Mérida estuviera en otras circunstancias clasificatorias, se podría hablar de un buen empate ante un buen equipo como el Atlético B (0-0). Sin embargo, para los emeritenses se antoja crucial sumar de tres en tres, sobre todo en casa, así que habrá que afirmar que el empate sin goles ha sido insuficiente, más cuando por la mañana habían empatado Atlético Baleares y Atlético Sanluqueño. Es decir, tenían la posibilidad de adelantar al primero y de acercarse al segundo. Al final, la distancia se mantiene a cinco puntos de la permanencia, pero con una jornada menos.
Volviendo al encuentro en sí, al igual que la imagen mostrada en la segunda parte puede ser un camino por el que intentar la hazaña, la primera mitad fue absolutamente desalentadora.
Ante la imposibilidad de utilizar a un delantero referencia por las ausencias de Chuma y Elejalde, David Rocha decidió tirar de Escardó como falso delantero y poblar el centro del campo con un pivote y dos interiores. No funcionó, pasando en la segunda parte a centrar la posición de Javi Martín junto al propio Escardó y llevar a Busi a la derecha. Este cambio táctico dio la posibilidad de tener una referencia arriba y de poder sacar más al equipo y atacar, siendo los mejores minutos de los locales.
Además de la entrada de Escardó arriba, la otra sorpresa del once fue la presencia de Daián en el eje de la zaga junto a Falcón, en detrimento de Bourdal.
El comienzo del encuentro fue tan timorato como hacía 15 días,
también en el Romano José Fouto, ante el Recreativo Granada. Conforme pasaban los minutos, los jugadores del Atlético B iban asentándose y creciendo su dominio. El primer susto llegaría a los diez minutos, aunque el centro de Nabil no tuvo remate. Sí lo tuvo un cabezazo muy solo de Niño que se fue fuera por poco, tras un saque de banda en el que el Mérida estuvo completamente pasivo.
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LEJOS DEL ÁREA RIVAL El dato es que en los primeros 13 minutos los colchoneros ya habían lanzado tres saques de esquina, mientras que los emeritenses ni se habían acercado a la portería de Iturbe.
La desconexión del equipo se mostró con un córner a favor en el que Tevenet, técnico colchonero, mandó a dos jugadores a buscar una posible contra, mientras que en el Mérida solo cerraba Pipe. Afortunadamente, en el último momento, Javi Martín se dio cuenta y el propio rechace le cayó a él.
Los atléticos cargaron su ataque principalmente por la derecha, por lo que Llácer, que se vio superado en las dos primeras acciones contra Nabil, tuvo que dar un paso al frente y terminó completando una gran primera mitad ganando los duelos al extremo contrario.
A pesar del mal juego, que levantó pitos por momentos en la grada, no se le puede negar el esfuerzo a los jugadores. Fruto de ese ímpetu llegarían los dos acercamientos más peligrosos, aunque sin remate final.
El cambio de dibujo en la segunda parte cambió al equipo, aunque también dio lugar a que el partido se abriera y los atléticos tuvieran sus ocasiones. La primera en un centro desde la derecha que se paseó a los tres minutos, pero la más clara fue en el 53, cuando Niño se plantó ante Palomares y su disparo se fue fuera por poco. La respuesta emeritense llegaría en la jugada siguiente. Javi Martín, como referente, peinó una pelota hacia Sandoval, el asturiano hizo jugada típica de extremo izquierdo, su centro lo remató muy forzado Busi, y cuando se colaba, apareció Marco para salvar a los suyos bajo palos.
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MÁS OCASIONES Ambas ocasiones tan claras, una para cada uno, fue dándole brío al choque hasta que en el 63 volvieron a crear peligro ambos. Esta vez la primera fue romana. Tras un rechace, Javi Martín disparó a portería y, de nuevo un defensa, esta vez Mariano, salvaba sobre la línea. La respuesta colchonera fue de Guerrero, también en un mano a mano, duelo en el que salió vencedor Palomares, portero local.
Todavía ocurriría la misma circunstancia por tercera vez. Un saque de esquina del Mérida, al segundo palo, se lo encontró Acosta completamente solo, pero solamente tuvo la opción de poner el pecho y no la cabeza, lo que hubiera supuesto el tanto. La contra rápida a esa acción terminó en un ataque muy peligroso que terminaron tapando entre el propio Palomares y Pipe. Precisamente en esa acción llegaría la peor noticia del choque, ya que el lateral se hizo daño en el hombro y tuvo que ser sustituido con el brazo inmovilizado.
Ya no se produjeron más ocasiones claras por parte de ninguno de los dos, pero lo cierto es que las sustituciones les sentaron mejor a los visitantes. Tevenet refrescó las cuatro posiciones atacantes y no se vio mermado, mientras que en los locales, la salida de Akito por Javi Martín dio lugar a perder lo mejor que había conseguido el equipo fijando a los centrales.
Todo esto dio lugar a que las sensaciones de victoria en el tramo final estuvieran más cerca de los rojiblancos, aunque no se movería el marcador.