«Tenemos toda la vida para llorar a mi madre, pero solo unos días para buscarla»
«No salió de casa con ninguna intención; jamás nos habría hecho pasar por esto», dice una de sus hijas Hoy habrá una nueva batida por la margen izquierda, desde el club de piragüismo al puente 25 de Abril
Tenemos toda la vida para llorar a mi madre, pero solo unos días para buscarla, por eso pido ayuda». Lo decía ayer María, una de las hijas de Manoli Castillejo, la mujer de 67 años desaparecida en Badajoz desde el 22 de enero. Sus esperanzas de encontrarla con vida se han ido diluyendo con el paso de los días, pero sus fuerzas para continuar buscándola se mantienen intactas. «Necesitamos que aparezca, que esta pesadilla termine cuanto antes. Esto es un sinvivir, no se lo deseo a nadie», aseguraba.
María pide que no se le hagan fotografías. No lo hace por ella, sino por los más pequeños de la familia, los nietos de Manoli. Quieren protegerlos en estos momentos tan complicados. Pero sí acepta hablar con los medios de comunicación por primera vez. En su nombre y en el de sus hermanos agradeció «en el alma» la ayuda que están recibiendo y pidió a la ciudadanía que siga colaborando en las batidas para encontrar a su madre. «Nos estamos dando cuenta de que hay gente muy buena y eso nos está dando fuerzas para ir hacia adelante», afirmaba.
María no sabe a ciencia cierta qué le ha ocurrido a su madre, pero tiene que claro que no salió de casa con la intención de no volver. «Jamás en la vida nos hubiese hecho pasar por esto, porque lo que más quería era a su familia. No sé si en algún momento algo se le ha cruzado en su cabeza, si le ha pasado algo o alguien le ha hecho algo...». Su familia entiende que la vida para los demás continúa, pero la suya se ha parado en seco. «Nunca pensamos que nos va a tocar a nosotros, pero cuando nos toca se te paraliza el mundo; para nosotros no habrá vida hasta que ella aparezca».
La hija de Manoli, junto a una veintena de personas, participó ayer por la mañana en una nueva batida. Esta vez el punto de partida fue el Área de Servicio San Martín, en el polígono industrial El Nevero. La zona que se rastreó abarca desde las Cuestas de Orinaza hasta la A-5, junto a Los Colorines. Los voluntarios la inspeccionaron en línea, para cubrir todo el terreno, y de manera pausada para no dejarse nada atrás.
La Policía Nacional eligió esta área porque Manoli hacía gimnasia y caminaba habitualmente. «Su condición física permite que pudiera andar entre dos y tres horas, por eso lo que estamos haciendo es ampliar en círculos concéntricos la zona de búsqueda y revisar cada vez áreas más alejadas de su domicilio», explicó Manuel de la Paz, inspector jefe del Grupo I de Delitos Contra las Personas, al frente de la investigación.
Por esta misma razón, por la tarde, la búsqueda se amplió al entorno del río Gévora, por la zona del Canal de los Ayala y el camino hasta la cantina.
Ayer la Unidad de Drones estuvo revisando la zona del azud de La Granadilla, aguas abajo, porque ha bajado el caudal, mientras que los guías caninos se centraron en el entorno de Decathlon, donde se inspeccionaron las alcantarillas. Hay varias con entre 3 y 6 metros de profundidad, sin tapas, porque las han robado. Además, a las tareas de búsqueda se incorporó de nuevo el helicóptero procedente de Sevilla.
Pese a los esfuerzos, no hubo resultados. Hoy los voluntarios retomarán las tareas de búsqueda en el margen izquierdo del Guadiana, con salida desde el club de piragüismo (9.00 horas), para llegar hasta el puente 25 de Abril.
Aunque se ha solicitado que se incorporen al dispositivo medios acuáticos, de momento, desde la comisaría pacense no se confirma si llegarán finalmente y cuándo.
No hay plazo para dejar de buscar a Manoli. Sus hijos y sus familiares no van a parar hasta encontrarla. María lleva a su madre en su corazón y en su cabeza mientras patea cada palmo del terreno, pero también se acuerda de otras personas en su misma situación. «Pienso en quienes tienen familiares desaparecidos desde hace años y les mando mis mayores buenos deseos, porque esto es un sinvivir», decía.
María y su familia están desde el primer día arropadas por la Plataforma Adonay, amigos y compañeros de trabajo, algunos de ellos, incluso se han pedido días libres y vacaciones para acudir a las batidas. «Toda ayuda es buena y nosotros lo vamos a agradecer de corazón».
«Cuando te toca, se paraliza el mundo; no tendremos vida hasta que ella aparezca»