Lourdes, la frutera de Héroes de Baler, atrapada por las obras
La reforma en la vía impide que los clientes puedan entrar con normalidad Tiene los ★ accesos cortados por el vallado «Ya me he planteado alquilar otro local», reprocha ★
Las obras en la avenida Héroes de Baler de Cáceres tienen repercusión negativa para los comercios locales de la zona. Lourdes Ferrer, gerente de una frutería situada -entre las calles El Greco y Tintoretto-, ve como su negocio ha quedado prácticamente atrapado por las mejoras en la vía. Una actuación que, según indicó Rafael Mateos en la inauguración, «convertirá esta travesía en una mucho más habitable y humanizada para los vecinos». Por su parte, Manuel Martín, consejero de Infraestructuras de la Junta de Extremadura, también señaló que «estaban muy demandadas por la población».
La situación que está viviendo Ferrer es crítica: «Necesito llegar a unos números mínimos de venta diaria». Lleva más de 20 años en el negocio, vendiendo todo tipo de productos a los vecicortados
del barrio. El problema para su tienda es que la reforma está actualmente justo en su puerta y no permite a los coches aparcar cerca, además de tener los accesos
por el vallado y material de construcción. Explica que es una situación que se prolongará durante más de un mes, pero ya está buscando alternativas para salvar su negocio: «Estoy haciendo repartos a domicilio pero no puedo permitirme seguir así, ya me he planteado alquilar otro local». Cuenta que tiene dos emnos pleados y necesita que el número de ventas crezca para asegurar su continuidad.
Ferrer cuenta que el temor se está expandiendo a los negocios cercanos, ya que quizá se vean obligados a cerrar durante varios días mientras finaliza la reforma.
Contactos
Mateos indicó que el consistorio había iniciado una serie de contactos, que llevó a cabo el concejal de Infraestructuras, Víctor Bazo, para comunicar a todos los vecinos de la zona afectada el inicio de las obras y las molestias que tendrán que sufrir durante los días en que se realicen. Sin embargo, Ferrer cuenta que «personalmente, no lo vi», pero no descarta que puedan habérselo comunicado a alguno de sus empleados. «Sí que dejaron un papel en el que mostraban cómo iba a quedar la calle», indica.
Justo en frente de la frutería se encuentra el CEIP Extremadura, que también provoca aglomeraciones de gente en el comienzo y final del horario escolar: «Esto, unido a las obras, hace que sean horas difíciles».
«En ningún momento pensé que las obras iban a impedir a la gente venir a comprar a la tienda. Ha habido otras en las que nos permitían un acceso de frente al negocio, estaba hecho de otra manera», sentencia Ferrer.