La pista que llevó a encontrarla tras 9 días
A Manoli Castillejo se le perdió el rastro el 22 de enero por la tarde, cuando salió de su casa a dar un paseo. No llevaba su teléfono móvil encima y tampoco la documentación. Estas eran las únicas certezas que manejaba la Policía Nacional en esta investigación, que ha resultado muy compleja precisamente por la falta de indicios. Todas las informaciones que iban llegando a los investigadores se iban contrastando y descartando. El propio delegado del Gobierno, José Luis Quintana, reconoció que se estaban dando «palos de ciego» por la total ausencia de pistas. Pese a ello, con el Grupo I de Delitos contra las Personas al frente de caso, se ha trabaubicó sin descanso para encontrar a esta vecina de San Fernando.
Cientos de horas de grabaciones de cámaras de seguridad revisadas, entrevistas con familiares y posibles testigos y medios materiales y humanos para tratar de localizarla. Un dron de última generación, perros de la Unidad de Guías Caninos de Madrid y un helicóptero procedente de Sevilla, a los que se sumaron cientos de voluntarios peinando el entorno del río y otras zonas en batidas -de mañana y tarde- durante 6 días.
Sin resultado. Ni rastro de Manoli. Hasta el miércoles al mediodía, cuando llegó la primera pista en 9 días. En las imágenes grabadas por una cámara de seguridad se a esta vecina de San Fernando. Se la veía cruzar por la avenida Adolfo Díaz Ambrona y bajar las escaleras del parque del Vivero-Pintor Francisco Pedraja, en Las Moreras.
La investigación dio un giro. La batida de esa tarde estaba prevista en el entorno de la carretera de Olivenza y el estadio Nuevo Vivero. Allí estaban los voluntarios, puntuales, a la hora indicada, las 16.30 horas. Pero pasaban los minutos y ni el inspector al mando ni la familia llegaba. A quienes habían estado acudiendo a cada jornada de búsqueda les extrañaba el retraso. Esa imagen de Manoli, la primera en 9 días, era el motivo.
Los planes cambiaron y la Policía Nacional acotó la zona de búsjado
queda: el rastreo se iba a centrar en la margen derecha del río, desde ese punto hasta el azud. Cabía la posibilidad de que Manoli hubiera salido por otro acceso después, pero para los investigadores este era el escenario principal a partir de ese momento. Acertaron.
Apenas una hora y media después, el presidente de Adonay, Jorge Granada y otra voluntaria, divisaron un bulto sospechoso en el cauce del río, a 200 metros del puente Real. Los drones confirmaron que era un cuerpo. Habían encontrado a Manoli.