Trampantojo en las cuentas extremeñas
Nos encontramos inmersos en el debate de presupuestos generales de Extremadura del año 2024. Un debate que pese a llegar con retraso, ya que suele aprobarse con carácter previo a la entrada del año al que están destinados, constituye la ley más importante de cuantas se debaten en la Asamblea de Extremadura.
Pablo Iglesias Posse defendía que «no sólo hacen adeptos los partidos con sus ideologías sino con buenos ejemplos» y precisamente los presupuestos generales de un gobierno son la mejor declaración de intenciones de su ejemplo en esa hoja de ruta. Recogen la plasmación de su programa político para la región y nos sirven para poder hacernos una idea de su propuesta para este año.
Lamentablemente no tenemos motivos para ser optimistas. Nos encontramos ante un proyecto de presupuestos poco trabajado, con nula escucha, no solo con la oposición sino conla ciudadanía extremeña, y caracterizado por la apatía.
Con estos ingredientes, solo podemos vaticinar una legislatura marcada por la receta liberal de los recortes y retrocesos sociales en Extremadura. Esta ley de presupuestos traslada al papel las prioridades del gobierno de María Guardiola: beneficiar a los que más tienen, esos 1.200 extremeños que perciben altas rentas y a los que se les reducen los impuestos al mismo tiempo que se castiga a los que más lo necesitan. Las clases medias y trabajadoras serán los que tengan que seguir pagando el beneficio de unos pocos mientras la inflación y el coste de la vida les complica su día a día en una interminable cuesta de enero.
No es de extrañar que en esta misma semana distintos colectivos se hayan movilizado ante la acción de un gobierno que lejos de escuchar recorta derechos y libertades. El pasado sábado cientos de personas exigían la continuidad de la Ley de Memoria Democrática de Extremadura que el gobierno PP y Vox promete derogar. En esta semana, los trabajadores de la sanidad pública, aquellos a los que cada tarde aplaudíamos durante la pandemia, han denunciado un recorte de más de 400 millones de euros en el sistema de financiación autonómica lo que les conduce a una degradación de un sistema sanitario ya tensionado. Esta misma mañana, los colectivos implicados en la Cooperación Internacional exigirán en la puerta del parlamento una solución a los recortes que les han practicado.
La política consiste en enfatizar los valores de la escucha y la empatía para evitar caer en la autocomplacencia, la injusticia y la soberbia. Mal inicio de viaje para un gobierno que a través de sus cuentas pone por delante a los que más tienen y recorta en los pilares de nuestro estado social: la sanidad, la educación y la dependencia.
Desde el PSOE seguiremos escuchando a todas las personas, conociendo sus necesidades y trabajando por hacer llegar su voz a la Asamblea de Extremadura. Ante unas cuentas que no respetan el diálogo social, que se despreocupan por la sanidad o la educación, que niegan el cambio climático, que ignoran el mundo rural, que son insolidarias con los que más lo necesitan, propondremos un proyecto marcado por la justicia, la equidad, la progresividad y la solidaridad situando en el centro a la mayoría de las personas que construyen esta tierra.
Nos encontramos ante un proyecto de presupuestos poco trabajado, con nula escucha, no solo con la oposición sino conla ciudadanía extremeña