El giro se queda corto
El nuevo Cáceres de Arturo Álvarez se hunde tras tres cuartos de mejoría en Alicante
Mejoró el Cáceres Patrimonio de la Humanidad en el estreno de Arturo Álvarez en su banquillo, pero no fue suficiente como para competir hasta el final ante un HLA Alicante que se terminó imponiendo por 88-73. Los verdinegros tuvieron opciones hasta llegado el último cuarto, cuando solo caía por cinco puntos de diferencia, pero entonces sucedió lo mismo que a menudo con el antecesor de Álvarez en el banquillo, Roberto Blanco: un hundimiento sin remisión.
Los cacereños pueden quedarse con los brotes verdes centrados sobre todo en el aspecto defensivo, más que decente sobre todo en la primera mitad, y en haber mostrado un poco más de carácter las primeras veces que Alicante trató de romper el partido. Y otros defectos se mantuvieron: demasiados rebotes ofensivos cedidos (19 es un auténtica barbaridad en el baloncesto moderno), demasiados errores desde la línea de tiros libres (3 de 8 entre los dos `cincos') y varios jugadores que siguen por debajo de lo esperado.
El choque empezó con una sorpresa, jugando al mismo tiempo por primera vez en la temporada Ashley Hamilton y Remu Raitanen. La baja de Gael Bonilla --cuya camiseta vistió extrañamente Vaidas Cepukaitis-- obligó a ello para reforzar la posición de alero alto.
Los efectos no fueron positivos de principio. La primera canasta
de la `era Arturo Álvarez' tardó casi cinco minutos en producirse, pero Alicante tampoco es que acertase mucho (9-4, min. 5). La defensa y un par de triples de Hansel Atencia, revivido por momentos, le dieron la vuelta a la situación hasta un 12-16 (min. 8). Guiado por los puntos a base de inspiración de Gudmundsson los locales recuperaron la iniciativa al final del cuarto inaugural (21-18).
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LUCHA ABIERTA El Cáceres continuó dando un rostro bastante competitivo durante el segundo, apretando mucho en su propia zona e intentando correr haciendo coincidir a sus tres bases (Atencia, Dani Rodríguez y Pablo Rodrigo).
El choque volvió a equilibrarse (32-32, min. 17) y la esperanza de que Alicante se ofuscase al no controlar el ritmo crecía. El juego se interrumpía constantemente por las faltas personales que el Cáceres no terminaba de aprovechar al fallar numerosos tiros libres, pero podía darse por satisfecho de marcharse al vestuario solo dos puntos por detrás (39-37).
De regreso, los síntomas siguieron siendo buenos (48-48, min. 25), pero fue entonces cuando el Cáceres recibió el primer aviso de que enfrente estaba un equipo de mucha calidad ofensiva. Con un parcial de 7-0, los levantinos se serenaron bastante y, aunque los extremeños aguantaron en un primer momento (63-58, final del tercer cuarto), el desenlace estaba a punto de escribirse.
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LA SENTENCIA El inicio del último acto resultó catastrófico. Todo lo bien que había hecho el Cáceres hasta entonces lo tiró por la borda, encadenando una acción precipitada tras otra en ataque que sistemáticamente era castigada con canastas sencillas por parte local. En un abrir y cerrar de ojos el partido estaba sentenciado (77-60 a 4:30) sin que los tiempos muertos de Arturo Álvarez y sus cambios en el quinteto pudiesen parar una tendencia muy repetida esta campaña. Tyler Harris, bastante gris hasta entonces, se ensañó en ese momento. Quedó un punto de orgullo en la recta final con varios triples que evitaron que la derrota resultase escandalosa.
Queda ahora la reflexión sobre los primeros 40 minutos de la nueva etapa. El entrenador intenta conocer a sus nuevos jugadores al tiempo que sigue con la lógica atención lo que se está cociendo en los despachos en forma de refuerzos. La próxima cita será también complicada, ante un aspirante a estar en los `playoffs' como el Real Valladolid Baloncesto. Y también a domicilio, un territorio absolutamente prohibido para el Cáceres, que ha perdido todo lo que ha jugado cuando ha viajado.
Los verdinegros perdían por cinco puntos al final del tercer cuarto, pero entonces se hundieron
La batalla por el rebote, cediendo 19 en el propio aro, acabó haciendo gran daño al Cáceres