Cáceres arropa a Marruecos tras su devastador terremoto
La ciudad ayuda con una dotación de 5.000 euros a 435 afectadas por el seísmo de Marrakech-Safí de 2023 Una ayuda que transportó productos alimenticios y de higiene a lo largo de 500 kilómetros
Los cacereños tienden su mano a un total de 435 familias afectadas por el terremoto de Marruecos del pasado 8 de septiembre. Una acción de ayuda humanitaria realizada por la Fundación SAMU, en colaboración con Sinergos, que transportó productos de alimentación, higiene y materiales para hacer frente al frío a ocho pequeñas localidades afectadas por el seísmo. Estos municipios abarcan un área al sur de Marrakech de aproximadamente unos 500 kilómetros y están compuestas por: Tizgharine, Tinmal, Tinisket, Infgane, Tagherghiste, Aninss, Tighfert y Oumlhoua.
SAMU trasladó su voluntariado el mismo 9 de septiembre, unas pocas horas después de la tragedia sísmica, pero enmarcada en una ayuda enfocada más a la temática sanitaria. No fue hasta el 15 de octubre, cuando dicha fundación emprendió su viaje para hacer frente a la falta de stock de productos de primera necesidad. Momento posterior, en el cual, la entidad del Consejo Local de Cooperación al Desarrollo, aportó 5.000 euros al proyecto de ayuda humanitaria, en el marco del plan estratégico de subvenciones de 2023 del Instituto Municipal de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cáceres. Un proyecto que además tuvo la colaboración de 50.000 euros de la Diputación de Huesca.
Como resultado de esta dotación, las organizaciones de ámbito solidario, SAMU y Sinergos, acaban de dar conocer el resultado de esa ayuda en la antigua Asociación de Aguas Vivas bajo el lema `Poniendo en valor la solidaridad de Cáceres'. Una cooperación que detalló a los cacereños
Los cacereños han contribuido a través de sus impuestos a aliviar los daños del terremoto
«cómo a través de sus impuestos han contribuido de manera solidaria para mejorar las condiciones de personas afectadas por el terremoto de Marruecos», según enfatizó la vicepresidenta de Sinergos Cooperación, Cultura y Deporte, Irene Galindo. Una presentación para que no solo «se quede en el conocimiento de la administración», sino para que cree un «ejercicio de transparencia a la ciudadanía», remarcó Irene Galindo.
El desarrollo de la ayuda
¿Pero cómo se gestionó esta acción humanitaria? Estuvo envuelta en varios procesos, el primero fue un diagnóstico que localizó a
los colectivos más necesitados. «Poblados que debido a su lejanía y a la dificultad de acceso habían tenido menos ayuda que poblaciones más cercanas a Marrakech y Safi», destacó Antonio Luis Moreno, técnico de proyectos de la Fundación SAMU y participante en dicho proceso humanitario.
Tras las pertinentes compras y elaboración de un plan logístico, las entidades colaboradoras comenzaron los repartos que se dividieron en dos etapas. La primera fase se desarrolló durante los días 5 y 8 de diciembre y enmarcó el conjunto de las poblaciones de Tizgharine, Tinmal, Tinisket, Infgane y Tagherghiste.
Fueron unos repartos divididos
en barreños, que contenían unos packs con «productos para mantener la higiene, como jabones, leche en polvo y elementos para aislarse del frío, como chubasqueros o alfombras para que no tuvieran que dormir al raso», relató Moreno.
Los accesos
Los recorridos y vías no destacaban precisamente por su fácil acceso. «En la primera etapa participamos con cinco camiones. Venía una ambulancia detrás, entonces tuvimos que movilizar los vehículos pesados y el coche ligero de forma que pudiese pasar la ambulancia, lo cual, cortó los repartos, pero fue necesario», narró el téc
La dificultad en el acceso fue uno de los principales problemas para las organizaciones
nico de proyectos de SAMU.
En cuanto a la segunda fase del reparto, que tuvo lugar el 8 de diciembre en Aninss, Tighfert y Oumlhoua, estuvo más dirigida a productos alimentarios (como lentejas, garbanzos, harina, azúcar y sal) y de higiene en «cantidades mayores que en la primera, porque las necesidades eran distintas», señaló Moreno.
Este recorrido que tuvo la colaboración extra de High Atlas Foundation (una organización estadounidense sin ánimo de lu
En este espacio de tiempo, establecieron lo que se conoce como un centro logístico avanzado, un punto intermedio entre la zona de operaciones en Marrakech y el lugar de reparto. Tuvo lugar «en una explanada para que pudiéramos cargar cada vehículo ligero, en este caso una furgoneta, con el objetivo de acudir a los pueblos, ya que los camiones básicamente era imposible que hubiesen podido acceder a estos poblados», remarca Antonio Luis Moreno.