Desde Austria por amor
Vanesa, de Las Hurdes y Udo, de Alemania, han tomado las riendas del emblemático bar Santa Ana con la idea de darle impulso como restaurante de cocina internacional Es la forma de que no tengan que separarse
Abrir su propio negocio es la forma que han encontrado Vanesa y Udo de no tener que separarse cada vez que termina el verano y, además, hacer realidad su sueño de tener un restaurante. Desde noviembre, están al frente del café, bar y restaurante Santa Ana, situado en la céntrica calle del Rey, en el que quieren lograr la estabilidad laboral.
Vanesa Alonso es de Las Hurdes, concretamente del municipio de Cambroncino y Udo Hildebrandt, de Alemania. Tienen 40 y 43 años respectivamente y, juntos, suman más de 50 años de experiencia en la hostelería, en hoteles y restaurantes.
Vanesa explica que, cuando tenía 18 años, decidió irse a Menorca a trabajar en un hotel. Allí le dijeron que si se iba al extranjero y aprendía idiomas, lograría progresar en el trabajo. Eso hizo. Viajó a Inglaterra, a Alemania y a Austria, donde terminó trabajando en un hotel. Udo era su jefe de cocina.
Empezaron una relación, pero llegó el momento en el que ella volvía a Menorca y «Udo decidió venir conmigo a España». En este punto, él la corrige para matizar que ella le dijo: «Si me quieres, a España».
Vanesa tenía un piso en Plasencia y encontraron trabajo en un hotel. Sin embargo, la experiencia laboral de Udo no ha sido fácil. Por un lado, «le costaba, por el idioma», pero sobre todo, Vanesa apunta que lo único que le ofrecían era trabajo de pinche, no le daban la oportunidad de ser el jefe de cocina, a pesar de su experiencia. «Lleva más de 25 años trabajando, en hoteles de cuatro estrellas superior y cinco estrellas, en Alemania, Suiza, Austria, en un barco por el Danubio...»
Una vez terminó la temporada de verano, decidieron volver a Austria para la temporada de invierno. Sin embargo, Vanesa se quedó embarazada de su hija, que ahora tiene 5 años y quería que naciera en Plasencia, cerca de sus abuelos, por lo que, al final regresaron.
Lo malo es que la falta de oportunidades de trabajo para Udo provocaron que estuvieran juntos durante los meses de verano y él tuviera que marcharse el resto de la temporada a Austria. Él tenía claro que no se iba a quedar en Plasencia «sentado en casa».
Platos diferentes
Tuvieron otro hijo, ahora de tres años y, finalmente, cansados de esa situación, Udo dejó de marcharse y comenzaron a trabajar en el hotel Aura del Jerte y el restaurante Candilejas. Allí, sus jefes, a los que están «muy agradecidos», les hablaron del Santa Ana y les ayudaron a realizar las gestiones para firmar el contrato de alquiler.
«Nuestra idea era un restaurante, no un bar, pero era la oportunidad», apunta Vanesa.
Aun así, quieren potenciar el restaurante, con una cocina internacional, aunque Udo señala que la que más le gusta es la cocina mediterránea.
Han comenzado con una carta similar a la que ya tenía, pero añadiendo platos como el codillo alemán o un postre típico de su país, el Apfelstrudel.
No obstante, su idea es «ir cambiando la carta, utilizar productos de temporada» y destacan que todos los postres son caseros. Lo que no quieren es «dar lo mismo que todos los restaurantes tienen, sino ofrecer algo más, distinto».
Aunque los comienzos son duros, tienen confianza en que «va a ir bien» y, de hecho, ya tienen clientes que han reservado para la próxima Nochevieja.
Durante años, él ha trabajado en verano en Plasencia y se ha marchado a Austria el resto del año