Última preliminar del concurso: el humor se impone en las tablas
Los Camballotas reinan ▶ en una noche donde también brilla Yo No Salgo
La risa se impuso en la última noche de preliminares. La sesión, a priori una de las más fuertes, contó con seis agrupaciones. La primera de ellas fue Los Espantaperros, este año `Los Kiko Veneno'.
Inteligente forma de materializar el tipo. Kiko Veneno es un hombre deslenguado y de pocos amigos que reparte a diestro y siniestro. Los Espantaperros dieron un cambio de timón ofreciendo una versión más adulta de su estilo. La actuación es de innegable calidad aunque va de más a menos. El personaje, odioso, consiguió su objetivo y llegó a provocar rechazo por momentos.
Tras ellos llegó Yo No Salgo, sinónimo de calidad. Otro buen trabajo de personaje: el típico cuñao cuarentón que de todo sabe salió a escena para hacer un repaso del panorama actual. El popurrí tenía el sello inconfundible de la murga y se metió al público en el bolsillo. Carcajadas aparte merece la clase de papiroflexia con `recadito' para el jurado. Sonando mejor que nunca, Yo No Salgo da una lección de cómo evolucionar sin abandonar el estilo propio.
Con `Cuando el río suena' llegó Guadito. Tiene pinta de que pasará a la historia de los personajes del Carnaval pacense. El monstruo del Guadiana sorprendía a los presentes al hacer su aparición para, momentos después, comenzar un show reivindicativo y gracioso en la misma medida.
Ambos pasodobles estuvieron anclados en el humor. Es inexplicable, eso sí, que se masque letra en piezas que no son de actualidad, aunque no les pasará factura.
El premio a la evolución más grande en solo un año es para Los Escusaos, que han dado un cambio radical desde el último febrero que pivota en tres aspectos: cantan mejor, tienen toda la actitud y tratan los temas apropiados.Que suenan infinitamente mejor no se puede negar. Su forma de defender el tipo es intachable -y eso que es complicado dado lo anodino del disfraz elegido-, desde la presentación se mostraban seguros, con la confianza suficiente como para vendérselo al público. La guinda la pusieron las letras cantadas, por fin una murga joven canta temas que realmente tocan a la gente de su edad. Esta es una invitación a que escuchen su segundo pasodoble.
Los Charramangueros pasaron de los contrabandistas de sabor
añejo a la modernidad absoluta de las redes sociales, su tipo de 2024. Es de valientes idear y presentar una actuación sabiendo de antemano que haya gente que puede que no la entienda: eso es apostar por la visión de uno mismo y reafirmarse en las creencias del grupo. Merecedor de reconocimiento.Este grupo acusó el paso del tiempo en su proyecto de este año, cada Carnaval lo hace mejor.
Los Camballotas lo venían avisando antes del concurso, la idea
era arriesgada y tenía que caer bien. El convento de Las Calzadas acoge a unas monjas exorcistas que quieren liberar del demonio a su madre superiora.Qué buen hacer tienen Los Camballotas. A lo largo de los casi 20 años que llevan concursando han cultivado una manera propia de desarrollar los repertorios que bebe de muchas murgas ya desaparecidas.
Los oliventinos vienen con descaro, valor, uñas y dientes a por todo en este concurso.