La cantera da la murga
11 agrupaciones cantan en el Combita El momento más emotivo fue cuando la del Puente ★ Real dedicó su actuación a sus dos compañeras heridas en la explosión del IES San Fernando
Pablo se subió ayer al escenario del teatro López de Ayala de Badajoz con su murga Como en casa, del colegio de Los Maristas. Estaba muy ilusionado, como el resto de sus compañeros. Por sus venas corre sangre murguera y sabe que está dando los primeros pasos para cumplir uno de sus sueños: compartir en el futuro popurrís, pasodobles y cuplés con su padre, Ricardo Montero, `Richo', miembro de Los Chungos. Aún le quedan unos cuantos años para poder participar en el concurso de adultos, pero está seguro de que su padre lo esperará «para cantar conmigo».
La de los Maristas es una de las once murgas que este año han participado en el Concurso de Murgas Infantiles y Juveniles del Carnaval de Badajoz (Combita). Seis de ellas actuaron por la mañana y otras cinco, por la tarde.
Los encargados de abrir el certamen (no hay jurados ni puntuaciones, sino diplomas para todos) fueron Los más de pueblo, del colegio Enrique Iglesias. Vestidos con monos azules, camisas de cuadro y sombreros de paja cantaron al mundo rural, sin olvidarse de problemas como la falta de cobertura móvil en muchos municipios (que tienen menos que «el tren de Extremadura) o la situación del campo por los precios: «castigo de Dios, que en el Mercadona todo cuesta 20 y a mí me pagan 2», letras muy aplaudidas por el público que llenó el López de Ayala.
Llegados de Egipto y metidos en el papel de momias Los que se ponen de perfil, del colegio Los
Glacis, que participa con dos murgas este año, fueron los segundos en salir al escenario. Tras ellos, cantaron los particulares peregrinos extremeños que hacen camino de Santiago Los cansinos del camino, también del colegio Enrique Iglesias, a los siguieron los Rasca bolsillos, del Enrique Segura Covarsí, de árabes en el mercado de Almossassa.
Los integrantes de Como en casa salieron con batas, para despojarse poco después de ellas y lucir sus uniformes, pues su tipo era el de alumnos de su propio colegio. `Nada por aquí, nada por allá, la murga del Sopeña te sorprenderá' cerró las actuaciones de la sesión de la mañana, con unos mini-magos que hicieron reír a los espectadores por su desparpajo.
La precaria situación del tren extremeño, la mala racha del CD Badajoz, las balsas de agua que se forman en la ciudad cada vez que llueve o las obras que hay por doquier han estado presentes en sus repertorios, que escuchó desde la primera fila el alcalde, Ignacio Gragera, al que le hicieron más de un guiño. «Se ha puesto rojo, que no, que ya era así».
El momento más emotivo del Combita 2024 se vivió en la sesión de la tarde. Aunque hasta el último momento hubo dudas sobre si actuarían o no, los miembros de la murga del colegio Puente Real salieron al escenario. Las dos menores de 11 años heridas en la explosión ocurrida en el instituto San Fernando el pasado miércoles son integrantes de esta agrupación y sus compañeros quisieron dedicarle su actuación a ambas, que siguen ingresadas en la UCI del hospital de La Paz de Madrid, tras las graves lesiones que sufrieron.
Sus compañeros, que estaban con ellas cuando se produjo la explosión, hicieron un gran esfuerzo para poder participar en el certamen y mandar buenos deseos en forma de coplillas a sus dos amigas, con las que les hubiera gustado compartir este momento tan especial. Han aguantado el tipo durante toda la actuación, pero al acabar no han podido contener las lágrimas y abrazarse unos a otros.
Además de la murga del colegio Puente Real, ayer por la tarde actuaron Turistas, los que nunca duermen en casa (Los Glacis); El pelotón piojo (Escuelas Parroquiales de Olivenza); Los Fenómenos (Santo Ángel); y Los Supercocos con 100 años y a lo loco (Sagrada Familia).
Luis Rodríguez, responsable del proyecto Aulas de Carnaval, reconoció que la pandemia supuso un antes y un después para el Combita, que ha cumplido su octava edición, No obstante, confía en que como el pasado, este sea un año, `puente' para volver al siguiente con más fuerza, con 20 o 25 murgas».
En este sentido, explicó que «el principal problema» con el que se topa este proyecto es el retraso en la adjudicación del contrato por los trámites burocráticos y la falta de estabilidad, que se está tratando de recuperar «por todas las partes».
Los contratiempos se afrontan con las ganas de los niños, la implicación de los padres y el trabajo de los monitores que guían a los pequeños murgueros y están creando cantera. En el ADN de los pacenses está el Carnaval y eso se nota. «En Badajoz, cuando vas a un colegio, la mitad de los alumnos son hijos, hermanos o primos de algún comparsero o murguero, por lo que no es difícil reclutar a los niños. Es más, tenemos lista de espera de centros educativos que quieren sumarse». El Combita tiene cuerda para rato.
El objetivo es que el certamen coja fuerza y participen más de 20 grupos, como antes de la pandemia