El muro impide humanizar Navalmoral
Ante la reunión del ministro Oscar Puente y la presidenta de la Junta de Extremadura María Guardiola desearíamos insistir en la problemática que tenemos en Navalmoral de la Mata al paso del tren de altas prestaciones. El tren siempre ha sido una parte dominante de las sucesivas ampliaciones de Navalmoral, lo recorre de este a oeste y aglutina gran número de habitantes, con bloques no excesivamente pegados a las vías. El mejor parque-jardín municipal que crea la ciudad es impulsado por la propia estación de trenes, igualmente la calle mejor arbolada es el Paseo de la Estación, y cuando se construye la estación de autobuses se hace al lado de la del tren de manera absolutamente integrada.
Y, lo cierto, es que a una ciudad en pocas ocasiones le llega la oportunidad de invertir muchos millones de euros en poco tiempo a fin de diseñar un modelo de ciudad sin complejos, dinámica, abierta y sostenible. Una ciudad donde las personas, por fin, sean el centro del mismo. ¿O no nos consideran ciudad y el soterramiento es un lujo innecesario? A estas alturas, algunos todavía dudan si Navalmoral es un pueblo o una ciudad quizá porque solo miran el cementerio para poder catalogar y comparar a sus habitantes.
El tren, a su paso por el casco urbano de Navalmoral, tiene que seguir siendo un proyecto que sirva para humanizarla en pleno siglo XXI. Restructurar lo existente respetando la escala humana que permita la total inclusión, accesibilidad universal y sostenibilidad urbana.
- Humanizar quiere decir que mejore las condiciones para caminar, pero no con largos recorridos y bajo tierra por muy bonito que lo decoren.
-Humanizar quiere decir utilizar parques y plazas para que la gente socialice, y no mutilar las existentes (parque municipal, espacio cigüeña negra) o crear una rehundida con gran riesgo de inundaciones (San Isidro).
-Humanizar quiere decir crear nuevos espacios abiertos donde también se desarrollen las actividades culturales y deportivas y de uso ciclista, y no dos pasadizos con gran anchura y rampas interminables.
-Humanizar quiere decir controlar la invasión de coches individuales, con aparcamientos suficientes para beneficiar al comercio local, y no hacer desaparecer el paseo de la estación eliminando 200 aparcamientos, disponiendo de una placita nueva que concentrará todo el tráfico diario (más de 16.00 vehículos).
En definitiva, soterrar 1,5 km la trama urbana es permitir relaciones sociales cotidianas sin puntos negros, encontrarse de manera cómoda, no tener que usar el vehículo particular para todo, poder caminar sin peligro, en definitiva, facilitar tanto la estancia como la entrada y salida de la ciudades el objetivo de todas las nuevas inversiones de la agenda urbana española y europea. ¿Acaso la valla actual que llevamos padeciendo en estos últimos 40 años no ha demostrado el lastre que supone tal obstáculo? El recién nombrado representante del Gobierno estatal en la región, José Luis Quintana, ha respondido a la presidenta María Guardiola que está dispuesto a ayudar a determinados proyectos que necesiten las debidas gestiones con los ministerios. Desde luego una de ellas y primordial es la de Ministerio de Oscar Puente, del que depende el proyecto a su paso por Navalmoral.
Nos consideren ciudad pobre, mediana o todavía pueblo, nunca nos podemos permitir que una inversión de 100 millones de euros no sirva para beneficiar y mejorar lo ya consolidado. Sí, debemos exigir, frente a indiferentes, derrotistas y agoreros que hay tiempo para conseguirlo. Que, si hasta el 2030-32 no tenemos completada la línea hasta Madrid, hay tiempo suficiente para modificar y ejecutar el soterramiento.
La Extremadura inocente la dejamos atrás hace mucho tiempo.