No habrá huelga en Carnaval tras el acuerdo entre trabajadores y FCC
El 76,5% de la plantilla que acudió a la asamblea de ayer apoyó el nuevo convenio, en vigor hasta 2026 El comité de empresa reconoce que no se equiparan a compañeros de Mérida, pero se acercan bastante
Un frente menos abierto para el Ayuntamiento de Badajoz, donde estaba preparado el decreto de servicios mínimos. No será necesario aplicarlo porque no habrá huelga de limpieza en el Carnaval. El preacuerdo alcanzado la noche del martes entre el comité de empresa y FCC, la concesionaria de este servicio, se convirtió ayer por la tarde en un acuerdo en toda regla al ser ratificado por la mayoría de la plantilla en la asamblea que se ha celebró en la sede de UGT. De los 115 trabajadores que asistieron, 88 votaron a favor del convenio y 27 en contra, lo que representa un apoyo del 76,5%.
A la salida, el presidente del comité de empresa, Francisco Masero, expresó su satisfacción. Apresurado, estaba pendiente de presentar toda la documentación ante la Dirección General de Trabajo de la Junta de Extremadura para desconvocar la huelga, que estaba anunciada para que empezase esta noche y coincidía con la celebración del Carnaval, la fiesta más multitudinaria de cuantas se celebran en la capital pacense, declarada de Interés Turístico Internacional.
El nuevo convenio, en vigor desde 2023 hasta 2026, conlleva un «cambio sustancial» en las condiciones laborales de la plantilla de FCC en Badajoz, después de «13 años de sueldos injustos», según comentó Masero. Mejorarán, aunque no tanto como los responsables sindicales hubiesen querido. La apuesta de los sindicatos era la equiparación de la situación de los trabajadores de Badajoz con los del servicio de limpieza en Mérida, que también lleva esta empresa. «Hemos subido pero seguimos sin equipararnos», comentó, si bien confió en que en la próxima negociación sigan avanzando para ir acercándose a los compañeros de la capital autonómica.
En cuanto a la subida salarial, en 2023 superará el 5%; en 2024 será el IPC más 0,9, en 2025 el IPC más 0,6 y en 2026, el IPC más 0,6. La propuesta sindical inicial era un incremento total superior al 18%. Con el acuerdo alcanzado no se puede calcular cuánto,pues dependerá del IPC, calculan que «de momento» puede estar en torno al 11%.
Otro avance se ha producido con los días de asuntos propios, con los que existía «una brecha grande» respecto a Mérida, donde tienen 5, mientras que en Badajoz sólamente uno. A partir de ahora tendrán 2 y como día de libre disposición el de San Martín de Porres, patrón de la limpieza, considerado festivo. Badajoz se queda
por tanto a dos de Mérida. También avanzan en la licencia sin sueldo, que no cuesta dinero a la empresa. Badajoz tenía un solo día de asuntos propios no remunerado y ahora podrán pedir 180. Asimismo han conseguido un plus para los vehículos ligeros, una demanda que venían reclamando desde hace tiempo (serán 20 y 30 euros en los años subsiguientes). Se reduce la jornada de trabajo, primero a 39 horas y media y luego a 39 a partir de 2025, aunque probablemente se varíe desde el Gobierno «pero nosotros habremos recuperado esa hora». Asimismo, los días 25 de diciembre
y 1 de enero, el turno de noche recibirá una cantidad complementaria de 50 euros sobre el valor del día festivo, que por otra parte también ha subido, pues se pagará a 85 euros en 2024, 100 en 2025 y 110 en 2026. Estaban cobrando 80. Domingos concretos como Palomos o de Carnaval se pagarán como festivos y un día libre.
Hay cuestiones que los sindicatos no han conseguido, como sus demandas sobre las enfermedades por contingencias comunes y laborales. Se paga el 75% en los accidentes de trabajo los tres primeros días, pero en Mérida lo tienen al 100%. «Lo seguiremos luchando en próximos convenios».
La amenaza de huelga ha sido determinante. En el comité de empresa lo saben. Reconocen que la empresa ha hecho un esfuerzo «y lo apreciamos». Masero aduce que «hemos hecho lo que creo que teníamos que hacer: que era amenazar con lo que podría haber pasado si no hubiéramos llegado a estos números». Porque, en su opinión, «la presión que ejerce la amenaza de huelga y más en estas fechas ha sido un punto importante, no hay que hacerlo siempre pero es una herramienta que el trabajador tiene a su disposición y que tendremos que usar cuando no haya más remedio».
Para quien crea que fue un farol, no lo ha sido. A la pregunta de si en algún momento pensaron que llegarían a la huelga responde que sí. «De hecho estábamos preparados». Lo estaban psicológicamente, «para aguantar el tiempo que pudiéramos sin trabajar, porque una huelga es un problema para todo el mundo, para la ciudad y también y sobre todo para el propio trabajador, que deja de ingresar y de cotizar, es un riesgo y cuando tenemos que usarla, tenemos que prepararnos». Es consciente del daño que causaría en estas fechas, «pero qué otra posibilidad teníamos si llevábamos un año de negociación y no avanzábamos».