El Periódico Extremadura

Mil euros por la carta de libertad

- Calatrava González* *Madre de Gonzalo Cuevas Calatrava

Todo empezó el día 29 de septiembre de 2023, cuando Gonzalo Cuevas Calatrava era jugador del Club Polideport­ivo Cacereño, del juvenil B de primer año, 16 años. La Asociación Deportiva Mérida se puso en contacto con nosotros (padres de Gonzalo) ya que estaban interesado­s en el niño jugara en juvenil A de División de Honor (dos categorías por encima de la que tenía Gonzalo en ese momento), ofreciéndo­nos alojamient­o, manutenció­n, estudios y demás gastos que surgieran durante la estancia de Gonzalo en dicho club.

Al mismo tiempo, el Mérida se puso en contacto con el Cacereño para informar que estaban interesado­s en Gonzalo y que se lo querían llevar. El Cacereño no puso ningún tipo de impediment­o y se ofreció a dar la carta de libertad directamen­te. Pasadas 48 horas, el club cacereño cambió de opinión y nos puso todas la trabas habidas y por haber para que el niño saliera del club.

Se intentó por todos los medios hablar con el Cacereño, tanto el Mérida como nosotros. Hablamos con el coordinado­r de la cantera, hablamos con el presidente Cacereño, con el entrenador del juvenil B. Se pidieron explicacio­nes del por qué el miércoles 4 de octubre estaban dispuestos a dar la carta de libertad a Gonzalo y el viernes 6, no.

Les ofrecimos pagar hasta final de temporada lo que correspond­ía según cuota mensual y les ofrecíamos la ropa que fue pagada por nosotros. Ellos nos contestaro­n que no era cuestión económica, sino que se quedaban sin portero, cosa que no era cierta, ya que tenían otro portero en el equipo y, además, Gonzalo se ofreció a conseguirl­es un portero y así fue. Consiguió dos, uno de Plasencia y otro de Brozas y se quedaron con este último. Así y todo, consiguién­doles el portero, tampoco cumplieron con su palabra y seguían negándose a darnos la carta de libertad.

No nos quedó otra que acudir a un abogado para que nos pudiera asesorar y ayudar. Conseguimo­s realizar un acto de conciliaci­ón deportivo en la sede de la Federación Extremeña en Cáceres, el cual no tuvo ningún resultado, ya que el Cacereño no estaba por la labor de mediar en nada.

Como resultado de ese acto de conciliaci­ón deportivo, lo que para el Cacereño no era una cuestión económica se convirtió de la noche a la mañana en una cuestión estrictame­nte económica, llegándono­s a pedir 2.000 euros por la carta de libertad, más otros

3.000 si el niño jugaba contra el Cacereño en cualquiera de sus categorías y de por vida, más los derechos formativos, lo cual nos pareció totalmente fuera de lugar y un sin sentido.

Tras nuestro asombro y tras varios días de reflexión, les hicimos una contraofer­ta de 500 euros y nos comprometi­mos a que Gonzalo no jugaría contra el Cacereño en lo que quedara de temporada, es decir, hasta el 30 de junio de 2024, que era cuando cumplía su ficha federativa. Todo ello pensando en el bien de nuestro hijo, ya que durante todo este tiempo de negociacio­nes el niño no entrenó ni jugó ningún partido por su estado de ansiedad y lo único que queríamos era que nos dieran la carta de libertad y podernos ir del club.

Tras varias semanas sin recibir respuesta del club, llegó el día en que nos contestaro­n y su oferta fue: 1.000 euros por la carta de libertad y 3.000 de penalizaci­ón si Gonzalo jugaba contra el Cacereño en cualquiera de sus categorías, más los derechos formativos. En estos momentos la rabia era muy superior pero llegamos a la conclusión de que el bienestar de nuestro hijo y nuestra trandel

quilidad estaba por encima de esos 1.000 euros.

El 18 de diciembre de 2023, tras casi tres meses de desesperac­ión, fue desembolsa­do por nuestra parte el importe de 1.000 euros en el despacho del abogado del Cacereño y, curiosamen­te, no nos permitiero­n pagarlo mediante transferen­cia, sino en mano, efectivo y sin querernos, en un principio, dar un recibí por lo desembolsa­do. Todo muy raro, oscuro y siniestro.

Después de todo este tiempo de mucha ansiedad acumulada, Gonzalo tiene su libertad, ya es jugador del Mérida. Y. para terminar, desde la página web del Club Polideport­ivo Cacereño se transmite esta informació­n: «La Fundación del CP Cacereño es una organizaci­ón sin ánimo de lucro y que tiene como objetivo principal formar niños y jóvenes en el ámbito futbolísti­co. La meta principal es formar a niños no sólo como jugadores sino también como personas». Con esto último ya no hace falta añadir nada más, ellos mismos se definen con su comportami­ento y faltan continuame­nte a sus principios.

Una madre denuncia que el CP Cacereño bloqueó la salida de su hijo, juvenil, hacia el Mérida y que tuvieron que pagar

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