La justicia brasileña asedia a Bolsonaro y sus colaboradores
El procedimiento les acusa de intentar un golpe de Estado
La situación judicial del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro se complica con el correr de las horas. La Policía Federal (PF) ha tendido un cerco a su alrededor que también arrastra a excolaboradores civiles y militares, todos ellos involucrados personalmente en el intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva, el 8 de enero de 2023. Personal de la PF lanzó ayer una gran operación que, entre otros domicilios, llegó hasta la casa de veraneo del exmandatario en Angra dos Reis, a 170 kilómetros de Río de Janeiro. Además, el juez ordenó retirar el pasaporte al expresidente.
Los agentes cumplieron 33 órdenes de registro y cuatro órdenes de prisión preventiva e impusieron 48 medidas cautelares a los sospechosos de pertenecer a una «organización criminal», como los generales retirados Walter Braga Netto, Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira y el excomandante Almir Garnier Santos.
El despliegue policial fue acompañado por revelaciones sorprendentes. La PF tiene un vídeo que muestra hasta qué punto el Gobierno de ultraderecha había planeado impedir que Lula tomara posesión del cargo. Faltaban tres meses para las elecciones cuando Bolsonaro, el 5 de julio de 2022, reunió a su plana mayor y le dijo: «Voy a salir al campo usando mi Ejército, mis 23 ministros [...]. No podemos esperar a que llegue el 23, mirar atrás y decir: ¿qué no hicimos para llevar a Brasil a la situación en que está hoy?». La filmación se encontraba en el ordenador que le incautaron al coronel Mauro Cid, entonces jefe de gabinete de Bolsonaro y hoy colaborador en las investigaciones.
Anderson Torres, secretario de Seguridad de Brasilia en el momento de la tentativa golpista y, en 2022, ministro de Justicia de Bolsonaro, instó a los conspiradores a mirarse en el espejo de la experiencia boliviana, cuando Evo Morales fue destituido. «Estoy teniendo reuniones con los comandantes de las fuerzas casi semanalmente. [...] Tenemos reuniones por delante, decisivas para ver qué se puede hacer».