Las Lavanderas ya buscan relevo para no perder la tradición popular
Rafael Mateos anuncia que el próximo año también recorrerán colegios, residencias y asociaciones Un centenar de personas disfrutaron de la fiesta del Febrero en el salón de plenos del consistorio
Cáceres busca el relevo generacional a Las Lavanderas para no perder la fiesta más tradicional de la ciudad. Es uno de los cometidos del ayuntamiento en la celebración de esta edición del festejo. La idea inicial era que los alumnos de centros escolares estuviesen presentes en el desfile y la quema del Pelele que iba a celebrarse este viernes en la plaza Mayor, pero la previsión de lluvia obligó a buscar un plan B. La concejala de Participación Ciudadana, Jacobi Ceballos, diseñó una alternativa y decidió que las lavanderas de la Universidad Popular visitasen los colegios inscritos al desfile y residencias de mayores para tratar de impregnar a la sociedad cacereña de uno de sus eventos más característicos.
El alcalde de la ciudad, Rafael Mateos, aseguró durante su discurso en la celebración del evento que «estamos sembrando el relevo generacional» y que el próximo año volverán a recorrer colegios, asociaciones y residencias. «Trabajando desde los centros educativos se consigue que los niños vivan la fiesta y lo trasladen hasta sus casas para que sus padres puedan celebrarlo también».
Durante la lectura del manifiesto -este año ha sido María Alonso la encargada- también se realizó un guiño al futuro: «Esta fiesta sirve para que nunca nos olvidemos de las tradiciones y de Cáceres, de nuestros arraigos más populares que nos acercan a las generaciones
venideras, que nos acompañan todos los años».
Presente durante el acto en el que, este año y por obligación, se indultaron todos los Peleles, estaba Viviana Núñez vestida de lavandera. Hija de albañil, su madre tuvo que comenzar a trabajar lavando
ropa en la fuente de Beltrán, en la carretera del Casar, para conseguir dinero y poder mantener a sus siete hijos. Viviana le acompañaba casi todos los días, sobre todo en verano, cuando recuerda que «madrugábamos mucho para que cuando hiciese tanto
calor pudiéramos estar ya en casa». Recuerda aquellos años con mucho cariño y se atreve a decir que «los jóvenes eran mejores que los de ahora, muy distintos». «Me encantaría que esta fiesta continuase, que las tradiciones no desaparezcan nunca», aseguró.