El Periódico Extremadura

Lewis Hamilton El hombre más veloz sentado

SIETE VECES CAMPEÓN DEL MUNDO DE FÓRMULA 1

- POR MATÍAS VALLÉS

Civilizaci­ón significa que cambiar de coche es tan intrascend­ente como cambiar de cónyuge. Al contrario, a menudo se concede relevancia social a mantener un coche o un cónyuge más allá de lo razonable, dos años en la estimación de Yannick Noah. Por ejemplo, Warren Buffett conduce un Cadillac nada ostentoso, con diez años de antigüedad y con la carrocería abollada por el granizo de Nebraska. Su dueño no lo destituye, porque está muy ocupado administra­ndo y engordando una fortuna de más de cien mil millones de euros. El Oráculo de Omaha tampoco se ha divorciado nunca.

La indiferenc­ia universal se transforma en seísmo cuando Lewis Hamilton cambia de coche. Los teóricos de la conspiraci­ón deberán ajustar el anuncio del fichaje por Ferrari del siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, en la misma semana en que se estrena en España el biopic de Enzo Ferrari firmado por Michael Mann. Y los negacionis­tas también hurgarán en la pérdida para Mercedes, el mismo año en que Trump quiere regresar a la Casa Blanca con su mantra de «estoy harto de ver Mercedes por las calles de Estados Unidos y de no ver ningún automóvil americano en Alemania». Entre los dueños de más de un vehículo de la señora Benz sobresale el mismo Trump de antes.

Con motivo del fichaje, la prensa se ha inundado de homenajes que suenan póstumos al «mejor piloto de todos los tiempos». En efecto, solo Hamilton ha visto bajar la bandera arlequinad­a a su paso en más de cien carreras, y le regaló a Mercedes seis de los siete títulos disputados entre 2014 y 2020. Ahora bien, lleva más de dos años sin ganar una carrera, y cuesta culpar de su declive a la ingeniería alemana vapuleada en todos los frentes. Además, el rebelde que se transformó en Ken de docenas de Barbies y amigo de Shakira o Rosalía, ha cumplido los 39. Tal vez los tributos jubilatori­os también atienden a su jubilación, después de todo.

Hamilton ha sido con reiteració­n el hombre más veloz del mundo sentado. La Fórmula 1 consiste en correr un paso por delante de la muerte, aunque a menudo vencen quienes corren un paso por detrás de la muerte. Y ocasionalm­ente la alcanzan, ahí queda el extraordin­ario documental de Asif Kapadia sobre Ayrton Senna. El tránsito del corredor británico vuelve a demostrar que la montura es decisiva. Ya ha ganado con McLaren y Mercedes, no apuesten a una autopista de rosas en Ferrari.

Estamos retrasando a conciencia el elemento patriótico, porque Hamilton atropella en Ferrari a Carlos Sainz hijo, que casi se desempeña con la juventud de Carlos Sainz padre. Sin salir de los Pirineos, el también arisco Fernando Alonso podía presumir de ser el primer humano que se quejó de las prestacion­es de un Ferrari; la escudería de Maranello ha contratado al segundo escéptico potencial con las habilidade­s de sus bólidos.

Hamilton era un echao pa'lante hasta que descubrió la sastrería de alta gama, italiana como Ferrari, y pasó a ser laid back, que significa echao pa'trás. Fue el campeón más joven de la historia, después de elegir una profesión traumática para curarse de sus traumas personales. Sin levantarse del asiento, con la misma sangre fría que un día aplaudirá el mundo entero en el ser humano que se proclame el más sabio a lomos de un ChatGPT.

«Sangre fría» era un eufemismo; se trata de adiestrar un cuerpo que contenga simultánea­mente la hoguera y el extintor. Hamilton ha confesado que su corazón bombea regularmen­te durante la carrera entre 150 y 160 pulsacione­s por minuto, y que puede alcanzar consistent­emente los 190. Consulte a su médico, pero este despliegue le pasará factura después de labrar su fortuna.

Para ser justos, Michael Schumacher anticipa a Hamilton con los mismos títulos, del mismo modo que Michael Jordan vaticina a Kobe Bryant con los mimos anillos, o que Federer (20 Grand Slams) presagia a Nadal (22). Y por ponerse técnicos, la migración de Mercedes a Ferrari se sustenta en la hipótesis de una mayor adaptabili­dad de los italianos a los coches eléctricos, donde los pilotos no tendrán que pedalear de momento para aportar la energía suplementa­ria. En fin, el circo y circuito se abre este mes e n Baréin, otro paraíso democrátic­o.

Una carrera de alta velocidad no peligra porque puedas morir persiguien­do el triunfo, sino porque adquieras la convicción de que puedes morir persiguien­do el triunfo. Y perder de paso todo lo que llevas ganado. Doble o nada se complica conforme te alejas de la nada, y el excampeón Hamilton es el decimoquin­to deportista mejor pagado de la historia.

 ?? ESS ?? Lewis Hamilton en Montreal con motivo del Gran Premio de Canadá del año pasado.
ESS Lewis Hamilton en Montreal con motivo del Gran Premio de Canadá del año pasado.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain