El Periódico Extremadura

Caos tras el descanso

El Cáceres, sin alma ni líder, es apabullado por el Real Valladolid a partir del tercer cuarto

- VALLADOLID

El Cáceres Patrimonio de la Humanidad sigue en caída libre y en la cancha de Pisuerga sumó una nueva derrota que le hace encender la luz de alarma antes del choque decisivo del viernes contra Castellón. El cuadro de Arturo Álvarez siempre estuvo a remolque del cuadro local, en especial en la segunda mitad, y se mostró como un equipo sin un líder sobre el campo. Un mal partido en el lanzamient­o de tres (un porcentaje de 20% con un sonrojante 4/20) y unas concesione­s defensivas fueron suficiente­s para el que el UEMC Real Valladolid comandado por el exverdineg­ro Devin Schmidt rompiera el choque en el tercer cuarto con un parcial de 29-15. Al final, un claro 99-72 que evidencia la diferencia entre ambos bloques, pero sobre todo a la hora de contar con un hombre decisivo que afrontar con garantías el lanzamient­o y una intensidad defensiva nula que permitió numerosos rebotes ofensivos. Solo Atencia y Raitanen se salvaron de la quema con un técnico desesperad­o que tiene mucho trabajo por delante con un equipo sin alma.

El arranque del partido para Cáceres no pudo ser peor. Un parcial de 8-0 que provocó que Arturo Álvarez solicitara su primer tiempo muerto a los tres minutos. Un juego anárquico, sin ideas, sin correr ni mover el balón con criterio y con un errático Gantt, que volvía a su casa, empeñado en lanzar desde la línea de tres. Un tirón de orejas que sirvió para salir con más ganas y por fin estrenar el marcador con un 2+1 de Rodrigo.

Pero poco más, porque el dominio seguía siendo de los locales que volvieron a alargar más el resultado hasta un 15-6 que empezaba a ser inquietant­e. Por suerte, el cuadro visitante no desaprovec­haba las segundas oportunida­des que concedía Valladolid y eso le servía para mantenerse en el cho

que. Por fin llegó el primer triple de Rodrigo (17-13 minuto 9) y pese al primer mal cuarto, en especial en tiros, solo se fue cuatro abajo (19-15) en el primer cuarto.

El segundo cuarto arrancó con un cambió dinámica extremeña, se empezó a correr más y cogiendo las espaldas en varias acciones al Valladolid, eso sí faltaba apretar un poco en defensa y eso lo vio Álvarez que puso más cemento sobre el campo y se corrigió bastante. Sin embargo, el lanzamient­o triple seguía siendo la cruz para los de Cáceres hasta que Atencia rompió el gafe (1/8) para empatar el partido a 23-23 en el minuto 14.

Cuando lo tenían cerca, siempre llegaba una circunstan­cia que hacía regresar a la casilla de salida. En este caso, dos triples seguidos vallisolet­anos (34-24 minuto 16) por culpa de no saber cerrar el rebote en defensa. Y nuevo tiempo muerto de Álvarez que volvió a servir para cortar la sangría.

Finalmente, una primera mitad muy irregular, lastrados por el fallo en lanzamient­os que dejaba una desventaja de seis puntos (3832) y esa era la mejor noticia, que pese a todo, el Cáceres estaba vivo. Había que apretar más en defensa porque había posibilida­des y estar más acertados porque el porcentaje de 15% en triples lo decía todo.

MOMENTO CLAVE El paso por el vestuario apenas cambió nada en busca de un cambio de la dinámica. Álvarez movía el banquillo y hacía rotaciones, pero el lanzamient­o seguía siendo flojo, solo

Atencia mantenía el pulso a medía distancia porque el Cáceres echaba de menos una `mano caliente'. Paco García, un estratega de los banquillos, lo vio y puso en el campo a Belemene, también exverdineg­ro, para defenderle y más hombres grandes en la cancha. Cáceres no tiene plan B y esto se nota porque poco a poco fue perdiendo gasolina y el Real Valladolid se fue hasta los 14 puntos (50-36 minuto 25) con una técnica incluida para Dikembe André.

Y en ese momento apareció un maravillos­o Schmidt y con sus puntos y sus asistencia­s rompió el choque por completo. Un tercer cuarto desastroso que provocó una desventaja de 21 puntos con un nuevo tiempo muerto y con un triple cambio porque Álvarez estaba desesperad­o. Era ya el momento de probar cosas para el choque vital de la próxima semana. El Real Valladolid ya tenía licencia para todo y aprovechab­a los numerosos rebotes que le concedía para ampliar la renta.

Poco que contar de un último cuarto en el que Paco García dio entrada a sus jugadores con menos habituales y jugó a sus anchas, sobre todo con un inspirado Kovacevic.

 ?? ÁREA 11 ?? Pablo Rodrigo intenta superar la defensa del local Zygmantavi­cius.
ÁREA 11 Pablo Rodrigo intenta superar la defensa del local Zygmantavi­cius.
 ?? ÁREA 11 ?? Dikembe André se hace un hueco en la zona.
ÁREA 11 Dikembe André se hace un hueco en la zona.

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