A ISABEL MIJARES
Como le ocurre a todo el mundo, a lo largo de nuestra vida, hay ocasiones que nos encontramos con personas que se cruzan en nuestra vida, y sin quererlo ni pretenderlo, trazan un nuevo rumbo en nuestro camino. Una persona que se cruzó en mi vida ha sido Isabel Mijares y Garcia-Pelayo. Ha sido embajadora plenipotenciaria de Extremadura y de España. Hija de un militar leonés y de madre extremeña, María Isabel Mijares nació en una familia de ocho hermanos, pasó la infancia en su ciudad natal, Mérida, donde cursó bachillerato y Magisterio.
Años más tarde, en 1959 se trasladó a Madrid para estudiar Químicas en la Universidad Complutense. Posteriormente, en 1967 consiguió una beca del gobierno francés para estudiar en el Instituto de Enología de la Universidad de Burdeos, donde se licenció como enóloga. Durante estos años colaboró con el célebre Émile Peynaud, padre de la enología moderna, en las especialidades de dirección de bodegas, instalación de nuevas plantas, envejecimiento de vinos y muy especialmente en análisis sensorial.
Gracias a otra beca de la Fundación Juan March volvió a Burdeos para realizar el doctorado en enología bajo la dirección de Peynaud. Ya en 1970 obtuvo el Diploma Nacional de Degustación de Vinos del Instituto de Enología de Burdeos.
De vuelta a España, fue la primera enóloga en estar al frente de una bodega, en mi tierra, en concreto en Palacio de Arganza, en Villafranca del Bierzo. Fue secretaria general de la Unión Internacional de Enólogos y, en 1982, se convirtió en la primera mujer que presidió una Denominación de Origen del vino, la Denominación de Origen Valdepeñas (1982-1987), así como jefa de proyectos en Naciones Unidas de asesoramiento a los gobiernos sobre prácticas vitivinícolas.
Viajó por distintos países de Hispanoamérica y también de Europa, jalonando su trayectoria profesional con distintos premios y reconocimientos internacionales, siendo considerada siempre la “mejor enóloga del mundo”, aunque su humildad y generosidad, siempre comentaba, ser una exageración dicho reconocimiento. Fundó la sociedad Equipo TEAM (Técnicas Enológicas y Alimentarías Mijares) junto a José Antonio Sáez, empresa que iría adquiriendo gran importancia en el sector.
Desde el primer el inicio de su trayectoria profesional, la actividad de Isabel ha sido muy amplia, donde ocupó todo tipo de puestos de responsabilidad e influencia en el sector del vino mundial: fundación de empresas, dirección de denominaciones de origen, cursos, conferencias, miembro de jurados de concursos internacionales, y un larguísimo etcétera. Su importantísima labor profesional, y su calidad humana nos llevó a coincidir y unirnos en el tiempo y en este proyecto común, con la creación de una nueva sociedad NOISAP, empresa y proyecto que creamos con el objetivo único de un proyecto de divulgación dentro del sector del vino, dar a conocer las excelencias de esta bebida y para poder unir a distintos sectores de la economía, en favor de este sector. Seguiremos adelante con su proyecto póstumo: El libro de los 100 vinos, de España
Isabel, enóloga, doctora en químicas, formadora, divulgadora y escritora, esta extremeña se la ha reconocido siempre como una de las personalidades más influyentes del sector del vino en el ámbito mundial. Isabel empezó su trayectoria en los años 60 cuando, tras concluir la licenciatura en Químicas, obtuvo una beca del gobierno francés para estudiar en el Instituto de Enología de la Universidad de Burdeos. Desde su inicio en su trayectoria profesional, no ha dejado de especializarse más y más en el mundo del vino, manteniendo siempre una estrecha relación con Francia, donde ha sido vicepresidenta de la Asociación de mujeres directivas francoespañolas Mujeres AVENIR.
Entre muchos otros, e imposible de aglutinar, Isabel ha recibido en su vida numerosos premios y reconocimientos, imposible de redactar, por lo extenso que ha sido.
También fue presidenta y miembro de jurado de numerosos concursos enológicos de España, Bélgica, Francia e Hispanoamérica. Su incansable vitalidad le ha llevado hasta la última semana, una agenda profesional exigente donde su requerida experiencia y calidad humana la llevó por múltiples citas por todo el mundo. Hoy os pido a todos, amantes o no del mundo del vino, un « brindis» por Isabel Mijares García Pelayo, y una oración. Gracias. Descansa en paz, mi querida Isabel.