La misteriosa tradición del Pero Palo llena Villanueva de la Vera
El municipio verato triplica su población estos días gracias a uno de los carnavales más especiales de la región Esta Fiesta de Interés Turístico Regional apuntan a que hunde sus raíces en la época prerromana
El municipio cacereño de Villanueva de la Vera (2.000 habitantes) multiplica por tres su población estos días gracias a uno de los carnavales más especiales de la región, la Fiesta de Interés Turístico de Extremadura el Pero Palo, que se celebra desde el pasado domingo (4 de febrero) de `La Cabeza'.
Este festejo, cuyo origen es desconocido, es de interés turístico por su antigüedad y tradición, y viste las calles del casco antiguo de Villanueva de la Vera, declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1982, cada Carnaval.
Se trata de un festejo lúdico, para disfrute de sus gentes, donde un pelele (el Pero Palo) es ajusticiado, día tras día, desde el domingo de Carnaval. Durante este ritual específico (la Judiá), el municipio despliega toda su tradición folklórica y su belleza cromática.
Previamente, la cabeza de madera del Pero Palo se sacó en la denominada procesión de la «turra», ataviada con su sombrero negro de fieltro y su pañuelo al cuello. A partir de esta procesión, «el ritmo de los tambores se ha ido sucediendo, a lo largo de estos días, con distintos actos hasta llegar a conocer la sentencia y presenciar el ajusticiamiento de ese personaje que hace revivir la suerte que corrió un bandido, acusado de saquear las casas y violentar a las mujeres». Así lo ha manifestado el concejal verato de Festejos, Adrián Caperote.
Desde la Diputación Provincial también destacan la singularidad de este festejo. En palabras de la diputada de Turismo, Elísabeth Martín Declara, el espíritu de estas fiestas «refleja el compromiso de todo un pueblo para el cuidado y el mantenimiento de la tradición, y supone, a la vez, un impulso económico importantísimo para el pueblo y para la comarca».
La concejala de Turismo del municipio verato, Irene Rodríguez, que, en base a años anteriores, el pueblo triplica la población de Villanueva de la Vera. Si bien, «no todo se concentra en Villanueva, sino que también los pueblos aledaños se ven favorecidos por la llegada de turismo; para nosotros es un enorme placer seguir cooperando y colaborando con el resto de poblaciones vecinas».
Otro de los protagonistas de la fiesta es el “Peropalero Mayor”; en este caso, Tomás Salinero, que hace años cogió el testigo de su abuelo y, junto a más de 20 peropaleros, se encarga de custodiar al preso, de coordinar y organizar todos los movimientos y los actos, y confeccionar el cuerpo del pelele.
Dos metros de alto
El Pero Palo supera los 2 metros de alto. El Pero Palo es un muñeco a tamaño natural relleno de paja, vestido con traje, botas y sombrero negro y un pañuelo blanco al cuello. Está sujeto a un fuerte palo que permite levantarlo y trasladarlo por el pueblo. Los peropaleros son los encargados de realizar el muñeco, mientras se rezan unos misteriosos versos.
Los peropaleros también «animan y acompañan con los distintos sonidos del tambor y el cante de coplillas, de las que de algunas de ellas tengo las letras escritas de puño y letra de mi abuelo», explica Salinero. «Es un festejo inexplicable que nos hace vivir con intensidad todos los acontecimientos, con sus rituales mágicos: desde la puesta de la aguja hasta la judiá, la confección del Pero Palo, el paseo y el sonido de los calabaceros».
La historia del Carnaval
Listado por numerosas publicaciones especializadas como uno de los mejores Carnavales del país celebrados en el medio rural, el Pero Palo podría lucir perfectamente la vitola nacional.
Las diferentes teorías apuntan a un guerrillero de la época de la Reconquista hecho prisionero y ajusticiado; otras a un malhechor huyendo de la justicia; y también pudiera tratarse de una representación de los procesos de la Inquisición para con los reos.
Aunque son varias las hipótesis que se barajan sobre el origen de este festejo, siendo la más acep
Antigüedad y mucha tradición visten este Conjunto Histórico Artístico verato, declarado desde el 82
«Es un festejo que nos hace vivir con intensidad todos sus rituales mágicos; resulta inexplicable»
tada el ritual agrario de fertilidad que comenzó a realizarse en la época de la Europa prerromana.
Rituales
En cuanto a la cronología de este largo festejo, después de «la turra», el domingo de carnaval, a primera hora, el Pero Palo es llevado en silencio, siguiendo un ritual, a la plaza del pueblo.
En una esquina de la plaza se encuentra «la Aguja», una especie de escalera de madera donde el muñeco pasará buena parte del tiempo.
Antes de colocarlo en la aguja, se hace «la Judiá», que consiste el levantar y bajar al Pero Palo, inclinándolo hacia el suelo mientras la gente grita y se burla del muñeco y varios grupos de personas se entrecruzan varias veces. Con el tambor a toque de diana se dan varias vueltas alrededor de la aguja, se entrega el Pero Palo a un peropalero,
que lo coloca en la aguja.
A lo largo del día se repite varias veces el ritual del paseo del Pero Palo con origen y destino en la aguja, se lleva a cabo la judiá y se le vuelve a colocar. A última hora de la tarde se recoge al Pero Palo y se guarda en la casa del peropalero mayor.
El lunes de carnaval se repite el ritual, pero cada día el muñeco se orienta a una dirección distinta.
El martes de carnaval, por la mañana, tiene lugar el juicio del Pero Palo, en el que se le condena. Los presentes se dividen en dos bandos, por una parte los que acusan y por otra los que defienden al Pero Palo.
La sentencia la da a conocer a todo el pueblo un jinete a lomos de un burro (no exento de polémica) recorriendo las calles. Esta persona representa al condenado y recibe las burlas de la gente. A lo largo del recorrido, los escopeteros disparan numerosas salvas
A las tres de la tarde salen «los calabaceros», con las caras tiznadas y ropas estrafalarias, llevando palos con ristras de calabazas de agua. El recorrido de los calabaceros finaliza en la plaza, al ritmo de los tambores y se colocan formando un pasillo por el que pasarán los ofrendatarios durante la ceremonia del «Ofertorio». Cuando los ofrendatarios regresan por ese pasillo después de realizar la ofrenda reciben en la espalda golpes de las calabazas.
Mientras tanto tiene lugar «el Paseo», una procesión encabezada por los tamborileros, el capitán con la bandera, los alabarderos y «la Capitana», la cual lleva un zarza de la que cuelga un chorizo que representa el miembro viril del Pero Palo. En esta procesión, todos van vestidos con las mejores galas, con los trajes típicos de la zona.