Al grito de `el campo se defiende', los agricultores bloquean el centro de Madrid
18 tractores, 16 ▶ extremeños y dos de Madrid, ocupan los accesos al ministerio Los manifestantes ▶ arrojaron huevos y naranjas a la fachada del edificio ministerial
Al grito de El campo no se vende, el campo se defiende 1.500 personas procedentes de Cáceres, Badajoz y otras provincias apostadas a las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación arroparon a la caravana de tractores (16 de Extremadura y dos de la Comunidad de Madrid), que bloqueó la glorieta de Atocha desde la 9 de la mañana.
Los vehículos salieron de Talarrubias el miércoles y llegaron a Torrejón de Velasco (Madrid) al anochecer. Con las primeras luces, la tractorada inició el recorrido de 45 kilómetros hacia la capital de España escoltada por coches y motos de la Guardia Civil, cuyos agentes recibieron en agradecimiento botellas de aceite de Extremadura. A su paso por las localidades de Getafe y Fuenlabrada, sus vecinos vitorearon y se solidarizaron con los agricultores.
El presidente de Apag Extremadura Asaja, organización convocante de la concentración, Juan Metidieri, encabezó la marcha subido en un tractor con la pancarta En defensa de nuestro campo extremeño. El responsable extremeño no prevé, de momentos, el fin de las movilizaciones del campo porque «el sector primario pide derogar la Agenda 20/30 y el presidente Sánchez se pasea con el pin. Estamos con un ministro que nos ha impuesto la política agraria comunitaria y cuando vemos que ese ministro quiere hablar de flexibilizar lo que vemos es que quiere avanzar muy poco. Por lo tanto, dudas tenemos todas y dudamos mucho de que pueda haber resultados posibles para parar esas manifestaciones».
En este sentido, Metidieri propuso que legislen el sector quienes «pisan la tierra y conocen perfectamente el terreno» y lamentó que la agricultura y ganadería se encuentra en manos de «cuatro burócratas europeos, permitiéndolo el ministerio, y evidentemente lo que hacen es sacar legislación con restricciones, sanciones, limitaciones y al final prohibiciones».
Esta concentración pacífica concluyó sobre las 14.30 horas, pero momentos antes, se vivieron instantes de tensión y los manifestantes arrojaron huevos y naranjas contra la fachada del ministerio. Además, un portavoz entregó a un funcionario un documento con sus reivindicaciones. Además, querían permanecer en la capital durante la reunión con Planas, pero el ministro la pospuso a la tarde y les impidió cumplir con su deseo de apoyar a los representan
tes de las organizaciones agrarias.
Mientras esto ocurría en Madrid, en Extremadura la revuelta del campo continuaba, más apagada, pero los usuarios de tres carreteras (la Ex-107, en dos puntos, la Ex-363 y la Ex-A1) sufrieron las consecuencias de los cortes de circulación.
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PESIMISMO Y la consejera de Agricultura, Mercedes Morán, se mostró pesimista sobre una pronta solución y subrayó que el ministro
«ya ha avisado de que no va a dar marcha atrás en ninguna medida de sostenibilidad».
Por el contrario, el delegado del Gobierno, José Luis Quintana, apeló a que las organizaciones agrarias asuman su responsabilidad en el diálogo y volvió a recordar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez apuesta por el sector del campo. También incidió en la trascendencia de autorizar los cortes en las carreteras porque, «no me preocupa las sanciones que propicien, sino los incidentes provocados y el riesgo para la ciudadanía».
También Unidas por Extremadura mostró su apoyo al campo y recriminó a la Junta que no atiende al sector primario. Así, la portavoz Irene de Miguel denunció «la inacción de la Junta para exigir unos precios justos y pedimos a la Consejería de Agricultura y Ganadería que tome cartas en el asunto para que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria».