Carnaval Sobre Todo
La alegría carnavalera está o ha estado muy presente en estos días por nuestras calles y pueblos extremeños, a pesar de la lluvia y del frío, porque la gente tiene ganas de fiesta y hace bien, y da gusto ver a esas comparsas recorriendo las calles aunque estén mojadas. Gusta ver esa uniformidad en los trajes de colores, en los atavíos carnavaleros, danzando como si no hubiera un mañana, prestando su magia a las calles serenas de los pueblos, a las plazas recoletas, en las que hay balcones con macetas, y ventanas enrejadas, que comunican con interiores de silencios conventuales. Y hay también comparsas multitudinarias bebiéndose el ritmo de los tambores al unísono, con una marcha incansable, llenando avenidas de grandes ciudades extremeñas, decorando los paisajes urbanos, como una tribu que viviera para la danza y el jolgorio, y hay colores variadísimos en los atuendos que en los giros rítmicos, semejan caleidoscopios que reflejaran una selección cromática que incluso en los días nublados, parecen tener el mismo sol en su entorno.
Y danzan sin parar al son de muchos tambores, con una increíble unanimidad, y el ritmo y el movimiento unido a la sonrisa de los participantes, mayormente de las chicas, siembran el optimismo y la alegría en todos los ámbitos del carnaval.
El tiempo, que no ha acompañado en general los actos de estos días, no ha impedido sin embargo que se celebraran con todo el rigor que merecen estos eventos, los desfiles, los bailes, los festejos en definitiva tan propios del Carnaval
Y es impresionante lo acordado de las danzas, la sincronía de los movimientos, la increíble diversidad de los atavíos, las magníficas coreografías y el oleaje de movimiento y color que se ha extendido a lo largo de las.amplias calles y avenidas de nuestra querida geografía extremeña.
Huertas de Ánimas (Trujillo)