Viéndolos pasar
Mientras los veo pasar por mi calle siento que estoy a favor de los agricultores. Les apoyo en su demanda de que Europa no acepte sin trabas productos agroganaderos de terceros países que no mantienen los estándares fitossanitarios exigidos en Europa... Y qué decir de la necesidad de afrontar de verdad la dotación de servicios educativos, sanitarios, de infraestructuras... a las zonas rurales e impulsar de forma decidida al relevo generacional en la agricultura y ganadería extensiva con ayudas a jóvenes y emprendedoras. Veo pasar por mi calle los tractores y los miro con simpatía, sintiendo las dificultades añadidas de esta sequía que se ha afincado en la península. Pero no estoy de acuerdo con la exigencia de suprimir la Agenda 2030 que, entre otras medidas, incluye la supresión progresiva de ciertos pesticidas y plaguicidas químicos que producen efectos nocivos en nuestra salud y que además contribuyen a la disminución de polinizadores imprescindibles para mantener la productividad de las cosechas. Sí estaría y estoy de acuerdo en que se ayudara económicamente a las y los agricultores a sobrellevar los gastos que esto conlleva. Otra cosa que me sorprende es que los agricultores carguen contra los gobiernos y la política agraria comunitaria (que no dudo tendrán su parte de culpa o responsabilidad) y no lo hagan con quienes, a mi juicio, son unos de los principales causantes de este estado de cosas: las grandes empresas de distribución y las grandes superficies que imponen unos precios inasumibles a los productores.