Malpartida gana a Cáceres
La clave del éxito de la localidad vecina está en el orgullo La gala de los premios de La Patatera reunió a lo más ★ granado Eso sí, en Madrid triunfa el diseñador cacereño Jorge Redondo tras haber vestido a Ana Belén de Cenicienta ★
Tiene Malpartida de Cáceres todo el viento a su favor y más ahora, que como dice Diego Caballero, el concejal de Festejos, «están haciendo la M-30». Pero no solo es esa variante, que mejorará la conexión del Tajo Salor con la capital y que va a servir para potenciar el turismo y las relaciones comerciales del área metropolitana de Cáceres, es el espíritu emprendedor del municipio o una Fiesta de la Patatera capaz de reunir a más de 10.000 personas y que ya lucha por obtener la declaración de Interés Turístico Nacional cuando en nuestra ciudad apenas iniciado está el expediente de Las Lavanderas que este año, dicho sea de paso por culpa de la lluvia, ha habido que escurrirlo como a una fregona.
Pero hay algo de Malpartida de lo que indefectiblemente deberíamos tomar nota: el orgullo. Orgullo, por ejemplo, de sacar pecho del rodaje de `Juego de Tronos'
frente a Cáceres, donde parece que no hubiera existido, y que sigue siendo la ciudad de la queja: mal el carnaval, pero nadie organiza nada y todos miran; mal la carpa de la plaza, pero si no llega a ser por ella los jóvenes no hubieran tenido un maldito sitio en el que refugiarse; mal los bares, pero lo cierto es que los chinos nos están ganando la partida y ahora han conquistado también la hostelería gracias a su buen hacer, su profesionalidad y las horas de trabajo que le echan.
Que se lo digan a los de La Bodeguilla, en Ronda de la Carmen, que están que se salen, o a los de La Paloma, que los tenemos en Reyes Huertas y que compran además este diario, que se lo lee la clientela de arriba a abajo, y que recuerda a esas tascas de Sevilla donde los jubilados aún se echan la partida del julepe al caer la tarde.
¡Qué bar este de La Paloma!, que tiene una prueba con patatas que es de caerse de espaldas, para que luego digan que a los chinos no se les puede sacar del Arroz Tres Delicias y del Rollito de Primavera (lamentable leyenda urbana).
Pero volvamos a Malpartida. El otro día, (lunes noche) entregaron a El Periódico Extremadura, integrado en Prensa Ibérica, el Premio Patatera Popular, porque la verdad es que no hay nada más popular que este rotativo, tan joven y tan maduro que ha llegado al centenario y que recogió su directora, Marisol López del Estal. Los malpartideños han sabido valorarlo y concedieron el galardón en el transcurso de una gala celebrada en la Casa de Cultura, que inauguraron tiempo ha Ibarra y Antonio Jiménez. Y la gala, claro, se llenó. Cantó David Moreno aquello de `No hay que llorar, que la vida es un Carnaval' y levantó al público con ese atributo de voz que Dios le ha dado.
Los invitados
Allí estaba todo Cristo: el alcalde, Alfredo Aguilera, el cronista oficial de Cáceres, Santos Benítez, y su mujer, Celia Martín; Florentino, el juez de paz; el director del Museo Vostell, José Antonio Agúndez (que vaya disfraz original se marcó el día grande de la Patatera), el consejero de Gestión Forestal, Ignacio Higuero de Juan, que debería crear una patente, porque ese pelo tan bien peinado ganaría enteros en el mercado de la alta peluquería masculina; la presidenta del Tribunal
Superior de Justicia de Extremadura, Mari Félix Tena; la flamante presidenta de Unicef, Teresa Chamorro, o Isabel Zaballos, que fundó junto a su hermana Ana el primer instituto de belleza que tuvo Cáceres y que se llamaba Aniza.
No faltaron las concejalas Isabel Plano y Sandra Valencia, el portavoz del PSOE, Antonio Jiménez Junior, o Maripaz Leo, la directora de la Oficina de Turismo, que es todo amabilidad y saber estar. Tampoco se perdió la cita Alex Hernández Talaván, que se formó en Lasarte junto a Martín Berasategui y que luego volvió a su pueblo, Zarza de Granadilla, donde junto a sus hermanos David y José Luis crearon Versátil. Alex recogió el Premio Patatera de Honor; bien merecido, claro que sí.
Después de la gala llegó el papeo, que se celebró en la planta de arriba del bar Los Puri, mítico donde los haya. Está en la plaza y es Pedro José Domínguez el que capitanea este negocio que abrieron en el pueblo su padre y su tío (José y Paco) en 1978. Hay que ver lo bien que preparan el morro, los torreznos y la tortilla de patatas, que eso es ya de matrícula de honor.
Al día siguiente nos enteramos de que el diseñador cacereño Jorge Redondo, alma de Redondo Brand, fue el autor del vestido de Ana Belén para la gala de los Goya. Ataviada con un espectacular diseño azul que recordaba al de la clásica princesa de Disney, la Cenicienta, vino a demostrar que Cáceres puede llegar a los más alto, aunque de momento nos gana Malpartida.
No faltaron la presidenta del TSJEx y el consejero de Gestión Forestal