El hoyo está más cerca
El Cáceres desperdicia su reacción con una dolorosa derrota frente al Amics Castelló
Todavía no he encontrado lo que estoy buscando», cantaba Bono con U2 en el último tiempo muerto, ya con el pescado vendido. Casualidad, pero efectivamente, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad todavía no ha encontrado lo que está buscando: una victoria que le alumbre en una lucha por la permanencia que se oscurece muchísimo. La dolorosísima derrota ante el Amics Castelló (8184) puede ser un punto de inflexión, quizás para mal, porque es un rival directo y por las esperanzas que se habían depositado en sacar adelante el inicio de un ciclo teóricamente favorable ante equipos de la zona baja, pero también decisivo por eso mismo.
El estreno de Darko Balaban, pese a su buen arranque, dejó más dudas que alegrías, sobre todo por su floja actuación defensiva. Viny Okouo hizo literalmente el partido de su vida: lo máximo que había anotado profesionalmente fueron 26 puntos hace ocho años en el Clínicas Rincón en LEB Plata. Y del Multiusos se fue con 33. Absolutamente clave. Este Cáceres es tan desgraciado que no es capaz de rentabilizar dejar a los dos grandes referentes de Castelló, Calvin Hermanson y Eric Stutz, en 0 y 9, respectivamente.
El choque se inició con la sorpresa de que Arturo Álvarez (por ahora, sin triunfos) situó de inicio a dos bases, Hansel Atencia y Dani Rodríguez. El colombiano ejerció más bien de escolta. Algo había que probar. Tras un arranque es
peranzador con muchos balones llegándole a Balaban, el equipo estuvo casi cinco minutos sin anotar, aunque tampoco el Amics lo aprovechó demasiado (de 6-5 a 611).
Sí que se estiraron un poco más los castellonenses y solo un triple de Atencia evitó que la diferencia fuese preocupante al final del primer cuarto (13-19).
Otro enceste lejano suyo apretó más todavía el marcador de vuelta al juego. El partido no acababa de definirse. Nada salía redondo y cualquier acercamiento era estéril. El desempeño del Cáceres tanto en ataque como en defensa, sin llegar a ser terrible, tampoco podía considerarse ni siquiera notable, merecedor de la victoria. Y luego estaba la actuación arbitral, que no permitía una continuidad en el juego. El 35-41 del descanso expresaba todo esto: un mal menor, pero que llenaba de inquietud a una grada deseosa de ayudar a su equipo y que al tiempo no le gustaba lo que veía.
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SEGUNDA PARTE Okouo siguió sembrando el pánico en la zona verdinegra ante la impotencia de Balaban y un `2+1' suyo puso el 4252 (min. 24). Álvarez se decidió a introducir a Dikembe André como posible antídoto y una de las primeras cosas que hizo fue sacarle la tercera falta a Okouo, lo que resultó un respiro. Dani Rodríguez, con un triple y una canasta de dos, reintegró la esperanza por completo (53-54, min. 26). Su aparición fue una perfecta forma de celebrar los 40 años que ha cumplido esta semana. No es el que era, pero sigue sabiendo jugar muy bien a esto.
Por primera vez, el Cáceres le dio continuidad a su buen momento y le sostuvo la mirada a su oponente hasta tal punto de ponerse por delante en el último minuto del tercer cuarto, aunque a continuación Faner estableció el empate con el que se encararon los interesantísimos últimos diez minutos (62-62). En medio de una tensión creciente, todo seguía casi igual a falta de cinco (72-73).
A 3 minutos, el Amics dio un acelerón que sería resolutorio (7279). El Cáceres se agarró a la fe, no exenta de épica, pero la crueldad fue tremenda cuando Dani Rodríguez perdió la última posesión que pudo forzar la prórroga. Toca levantarse, pero no será fácil.