El Madrid se raya en Vallecas
El líder no aprovecha el tempranero gol de Joselu y acaba igualando con el Rayo
Al Real Madrid se le están atragantando esta temporada los derbis madrileños. El Atlético es el único equipo que le ha puesto contra las cuerdas en todos los torneos en los que se han visto y hasta le provocó la eliminación copera. El Rayo es el otro hueso que se le ha atragantado en Liga. Si en la primera vuelta el equipo de la franja sacaba un punto del Bernabéu, en la vuelta retuvo otro en su estadio (1-1) ante un líder que terminó con diez por la expulsión de Carvajal.
Ese hogar celestial que Presa o Ayuso ven pequeño y hasta «insostenible», cuando es la razón de ser de un conjunto que se repuso al tanto tempranero de Joselu y que regaló un dulce debut a Iñigo Pérez. El Real Madrid, como ya le ha pasado esta temporada en sus tropiezos o amenazas de siniestro, quiso ganar con el escudo y la inercia. Lo que le ha funcionado toda la vida. A veces el mundo se atasca y gira en el sentido contrario.
Llevarse al Rayo de Vallecas es como pretender que un jugador se mueva sin sangre. Será una magnífica operación comercial y atenderá a todas las necesidades que se puedan crear, pero el equipo vallecano, fuera de su la atmosfera del barrio, corre un riesgo de muerte. En el estreno de Iñigo Pérez como primer entrenador y comandante franjirrojo, el público sostuvo a su escuadra ante un inicio limpísimo del Real Madrid.
Entraron Lucas Vázquez, Fran García, Modric y Joselu en el once
inicial. Cada uno, con su particular candidatura y problemática. El partido era una oportunidad magnífica, ante un rival convulsionado, perdido en su casa -una sola victoria-, de la que algunos quieren sacarle. Durante la primera media hora el Real Madrid ejerció
de local con un 4-2-3-1 que acabó mutando con la suma de Vinicius en la presión.
Este lunes juega el Girona, que visita al Athletic (21.00 horas) con la posibilidad de recortar puntos al Madrid en la lucha por el liderato de Primera División.