Guantes salvadores del desastre
Lázaro e Izan, porteros de Villanovense y Cacereño, mantienen con pulso a sus equipos para evitar que se metan en problemas El Badajoz respira, mientras que Montijo y Llerenense se adentran en un túnel oscuro
La temporada pinta en bastos para el fútbol extremeño de Segunda Federación. Eso es algo que ya se sabía. Pero puede ser peor de lo imaginado. Tras la jornada 23, son tres los equipos extremeños que figuran entre las cinco plazas de descenso. Y los otros dos sobreviven, especialmente, por sus porteros. Por lo que tampoco está la cosa para tirar cohetes.
Parece que se atisba reacción en el Villanovense que, por segunda vez en la temporada, encadena dos victorias consecutivas que lo alejan del descenso directo. Esta vez, además, uno de esos triunfos de prestigio que confirma aquello de poder ganar en cualquier campo.
Gus ha vuelto a impregnarle a su equipo el gen competitivo que siempre ha tenido. El Villanovense se siente más seguro, sobre todo en defensa, y especialmente en la portería donde tiene a Alex Lázaro. El portero gaditano está siendo, probablemente, el mejor jugador de la plantilla esta temporada. Sus estelares actuaciones están evitando que el Villanovense estuviera en una situación más delicada. Un portero que gana partidos y objetivos, claramente.
De portero sobrevive también el Cacereño, que se ha encontrado con Izan Alfonso Rodríguez como ángel de la guarda. Su repertorio de paradas en el estadio Príncipe Felipe fue colosal y salvaron más que un punto para los de Julio Cobos. Sobrevivió el conjunto verde en el partido gracias al meta pacense. Curioso lo de este arquero, que ha sido durante dos años suplente en el Montijo y ahora pasa a ser titularísimo en el Cacereño. Cosas del fútbol.
No obstante, Izan al margen, el Cacereño sigue con problemas evidentes. Primero, de cara al gol. Le cuesta un mundo atinar con portería. Y luego, en orden. El equipo se descompone con mucha facilidad jugando en casa. Impropio del equipo de Julio Cobos. Pero la realidad es que nunca da la sensación de tener control de partido.
Ganó el Badajoz, aunque sigue en descenso. Pudo haber ganado con menos sufrimiento sin el portero del Numancia no hubiera amargado la tarde a los blanquinegros. Menos mal que Toni Jou había hecho los deberes en el minuto uno.
Hay cosas buenas en este Badajoz. Ante el Numancia, demostró que tiene mimbres suficientes
Seis derrotas lleva el Llerenense en seis partidos sin marcar, y vuelve al descenso tras varios meses
para ganar partido ante rivales de entidad. Por momentos, juega bastante bien, y genera muchas ocasiones ofensivas. Además, ganó en consistencia ante el Numancia. Apenas tosió el cuadro soriano a los de Iñaki Alonso.
Lo peor para el Badajoz es lo institucional. La vuelta de Oliver es un hecho y con ella, el futuro del club una odisea. Habrá que esperar movimientos, pero Oliver, además de éxitos, siempre trajo dudas al fútbol extremeño.
Hablando de dudas, las del Llerenense han provocado una depresión de caballo a los de la Cam
piña Sur. Seis derrotas seguidas y seis partidos sin marcar. Luismi puede mirar hacia dónde quiera, pero su problema está más que focalizado: su equipo no marca goles y por ahí tiene que mejorar.
Ante el Getafe B, el Llerenense volvió a generar un importante caudal de oportunidades. Falta acierto y, posiblemente, más paciencia a la hora de armar determinados ataques, sobre todo cuando los extremeños se ponen por detrás en el marcador. La semana que viene tocar visitar al Mensajero. Otra derrota allí ya sería un mazazo. El Llere
nense vuelve al descenso.
Y de ahí tiene difícil salir el Montijo, que cayó en casa ante el Mensajero y dio esa sensación de no tener mucho más. Va a ser más que un milagro que Jesús Acevedo pueda sacar a este equipo del fondo de la tabla. Prefiere seguir creyendo, aunque cada vez son menos los de fuera que piensan así.
La próxima semana, cuatro de los cinco extremeños juegan fuera. Sólo el Villanovense lo hace en casa. Si la cosa está ahora delicada, reflexionen porque se puede poner peor.