Otra Semana Santa de interés
Después de dos años de trabajos, a las cofradías de la Semana Santa de Plasencia les han dado la peor noticia, que la celebración no ha logrado el visto bueno del Ministerio de Turismo para ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Lo bueno es que, rápidamente, el alcalde ha dicho públicamente que el ayuntamiento tomará las riendas para preparar de nuevo el expediente e ir de la mano de las cofradías para hacer un segundo intento. Sus manifestaciones han llegado cuando la Unión todavía no ha tomado la decisión de si retomar la iniciativa o no, ya que debe reunirse la permanente, pero el presidente de la Unión ya ha mostrado su satisfacción por el paso adelante municipal.
Y es que para esta primera solicitud, contrató a un consultor para que realizara las gestiones y, después, el pleno del ayuntamiento, aprobó también la solicitud de declaración, pero se ha echado en falta el apoyo unánime de la ciudad y la colaboración de todos los sectores que resultarían beneficiados.
Está claro que un sello como el interés nacional movería a muchas más personas de las que ya visitan Plasencia en
Las administraciones de la región, Diputación y Junta, también deberían hacer suyo el proyecto
Semana Santa y más turistas significa más gasto, en comercios, en bares, en hoteles, en definitiva, más riqueza para la ciudad y, por lo tanto, todos los colectivos deberían implicarse.
Es lo que quiere hacer ahora el ayuntamiento, aunar a los distintos sectores. Pero además, la denegación ha venido motivada por la falta de impacto en medios de comunicación nacionales, es decir, que la importancia de la Semana Santa placentina debe reflejarse en distintos puntos del país a través de sus medios y eso solo se consigue, o realizando actividades tan llamativas y novedosas que merezcan ese espacio, o con dinero.
Y a la hora de aportar dinero llegan los problemas. Las administraciones de la región, Diputación y Junta, deberían también hacer suyo el proyecto porque la riqueza de un municipio contribuye a la de la provincia y la región, sin olvidar el prestigio que supone.
En el caso de comercio, hostelería o alojamientos, también deberían contribuir, aunque en la medida de sus posibilidades porque todavía se notan los coletazos de la pandemia. Aun así, las cofradías calculan que la declaración atraería a turistas que gastarían de 700.000 a un millón de euros al año en la ciudad. ¿No merece la pena? Todos a una pues.