Adjudicatarios de pisos sociales: «Siento mucha tranquilidad, felicidad»
De 15, una persona ha renunciado a la vivienda y otra no se ha presentado
«Tengo tres hijos pequeños, vivimos con mis padres y somos ocho en casa. Lo que siento al tener un piso propio es felicidad». Lo afirma Samara Garrido, de 25 años y una de las 15 adjudicatarias de viviendas sociales de la Junta en Plasencia, que se han sorteado, poniendo fin a dos años de espera.
En su caso, su marido trabaja, pero ella no, por lo que afirma que un piso en propiedad «no nos lo podemos permitir». Ahora, le ha tocado uno en Gabriel y Galán, cerca de su madre, así que no puede estar más contenta.
También lo está Demelsa Barbero,
de 41 años y madre soltera de un niño de 15. En los últimos años, ha vivido con sus padres, con familiares, hasta que uno le alquiló un piso por 200 euros mensuales. Ha sido otro de los adjudicatarios de una vivienda social y tiene claro lo que siente: «Mucha tranquilidad, es un respiro tener un piso propio».
Lo es porque se encuentra sin trabajo y, además, se le ha terminado el paro, por lo que su intención es pedir una ayuda familiar, que sumaría al dinero que recibe del padre de su hijo. Si no le hubiera correspondido una vivienda, tendría que haber destinado parte de la ayuda familiar a pagar el alquiler.
Son dos situaciones que sirven para conocer a las familias que, en febrero del 2022, echaron la solicitud para aspirar a una vivienda so
cial de la Junta en Plasencia y este viernes han participado en el sorteo para recibir una de las 15 que ha acondicionado la administración regional en este tiempo.
De otros tantos adjudicatarios, uno ha renunciado a la vivienda, por lo que se ha llamado al siguiente
de la lista y otro no se ha presentado al sorteo, con lo que se llamará también a otra persona que había quedado en espera, por lo que la lista se queda en 65.
Se han sorteado en Gabriel y Galán, Jacinto Benavente, Severo Ochoa y Dolores Ibárruri.