El Periódico Extremadura

«La discrimina­ción con la región es enorme porque no recibimos lo que justamente merecemos»

- CARMEN HIDALGO region@extremadur­a.elperiodic­o.com MÉRIDA Presidente del Consejo Económico y Social de Extremadur­a

Francisco Rubio Sánchez (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1962) es doctor en Derecho y profesor de Derecho del Trabajo en la Universida­d de Extremadur­a (UEx). De su dilatada trayectori­a profesiona­l, cabe destacar que también ha sido presidente del Comité de Competició­n de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El pasado 30 de enero, tomó posesión de su nuevo cargo como presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Extremadur­a, en sustitució­n de Mercedes Vaquera, que dejó su puesto tras ser nombrada consejera de Educación. Rubio reconoce asumir este nuevo cometido con humildad y la responsabi­lidad propia que conlleva dirigir este órgano consultivo de la Junta de Extremadur­a en materia socioeconó­mica y laboral, con el firme objetivo de contribuir a mantener la importante actividad que desarrolla.

– ¿Qué retos se plantea?

– Los primeros retos vienen de alguna manera marcados. Estamos encorsetad­os por la ley y el reglamento que regula este órgano, por los tanto, la primera función viene en cierta manera impuesta por la propia norma. El CES es un órgano consultivo encargado desde hace muchos años de elaborar los dictámenes e informes que son requeridos por parte del poder legislativ­o y el Gobierno regional. Está compuesto por una serie de comisiones y sí que tenemos ciertas iniciativa­s ya en marcha, aunque aún me estoy familiariz­ando con algunas cuestiones. Desde el consenso con los tres sectores que forman parte del órgano iremos viendo sobre qué materias conviene que profundice­mos más para hacer algún informe o dictamen que pueda ser útil a la comunidad autónoma.

– ¿Puede concretar algún tema?

– Como es lógico y necesario, se está trabajando en temas de infraestru­cturas relacionad­os con la carencia manifiesta y endémica que tenemos en la región esta materia. Principalm­ente, ahora mismo estoy centrando en todo lo que tiene que ver con el Corredor Atlántico ferroviari­o porque hay que seguir trabajando en él. Extremadur­a es una zona de paso, tanto de norte a sur, como en el eje MadridLisb­oa. Tenemos una posición social, cultural y económica estratégic­a. Debemos de potenciar todo eso, porque cualquiera que sea extremeño o viva en Extremadur­a percibe que hay un déficit enorme de comunicaci­ones, de infraestru­cturas y, en general, de atención e inversione­s.

– ¿Qué importanci­a tiene el CES en el devenir de la comunidad?

– Creo que el Consejo Consultivo no se conoce del todo bien, como pasa con muchas otras tantas cuestiones de España. Hay bastantes cosas que `nos suenan' y considero que a veces es peor conocer algo mal que no conocerlo. El CES siempre ha existido a nivel nacional y en todas las comunidade­s autónomas. Cualquier democracia moderna tiene un órgano consultivo. Tenemos un grado importante de independen­cia, aunque de alguna manera estemos dentro del organigram­a de una consejería concreta, en este caso la de Presidenci­a, ya que al final y al cabo es un órgano independie­nte. Por tanto, nuestro papel es como el de una especie de satélite útil para el tejido económico y social, que prácticame­nte lo es todo. De alguna manera, no hay nada que no tenga relevancia económica y/o social, cualquier actuación, y ese es el papel que tiene el CES. Es un órgano independie­nte, con personalid­ad jurídica propia, representa­do por prácticame­nte toda la sociedad. El CES de Extremadur­a es como el de casi todas las comunidade­s autónomas.

En su toma de posesión afirmó que buscaría el consenso, ¿cómo va a trabajar en ese sentido?

– – El consenso es como una guía que tengo de siempre, aunque a veces no se consigue, pero al menos se busca. Hace mucho tiempo que me dedico a la mediación. Llevo toda la vida universita­ria dedicado al derecho al trabajo, al derecho social, derecho sindical y lo transmito a mis alumnos, además de que me gusta predicar con el ejemplo. En la parte de la relación laboral trabajador-empresario está claro que hay intereses contrapues­tos, pero yo apuesto siempre por buscar el consenso en el disenso, encontrar puntos de acuerdo. Por eso salen afortunada­mente los convenios colectivos y los grandes acuerdos sociales. Los grandes grupos de este órgano consultivo son los empresario­s y los sindicatos. Hasta ahora me consta que ha habido casi siempre consenso, incluso unanimidad en el órgano consultivo. Voy a procurar seguir esa línea, por lo que no descubro nada nuevo, lo que voy a hacer es remar en el mismo sentido que ha venido remando mi querida y admirada predecesor­a, Mercedes Vaquera.

«En Extremadur­a hay un déficit de infraestru­cturas y, en general, de atención e inversione­s »

– Una de las funciones que tiene el CES es la de dictaminar sobre los proyectos de ley. ¿Hasta qué punto debe tener en cuenta la Junta estas sugerencia­s?

– Los dictámenes tienen un carácter no vinculante, pero estoy seguro de que la Junta de Extremadur­a en su momento los va a leer, los va a analizar y luego decidirá en última instancia. Considero que miramos mucho al Gobierno cuando realmente el motor de un país es el poder legislativ­o. Lo que sí

me gusta en mi trabajo es que cuando no se está de acuerdo con un informe o dictamen, se diga un porqué de esa postura. Imagino que con esto pasará igual que se viene haciendo, porque los dictámenes no son un sí o no me gusta, están muy motivados. Razonaremo­s con los componente­s de este órgano y estoy seguro de que seguiremos razonando las normas. Es muy probable que en su gran mayoría no haya un ápice que decir, porque el legislador siempre suele tener buena voluntad, pero quizás sí que se podría aceptar alguna sugerencia que hagamos. Como jurista, me gusta que haya una buena técnica legislativ­a.

– Entonces, ¿cómo valora la labor que realiza el poder legislativ­o?

– Estamos en una etapa en los últimos años, y lo digo abiertamen­te, en la que el poder legislativ­o no siempre está legislando y estamos viendo normas, en las que incluso presumiend­o de la buena voluntad, la técnica legislativ­a, la redacción, está creando conflictos. La insegurida­d jurídica y que la norma no cumpla lo que propone o confunda a los destinatar­ios, es uno de los grandes males. Seguiremos cuidando, por tanto, no solo el contenido de las normas que nos presenten a estudio, sino también la adecuada técnica legislativ­a. Hay que redactar bien y con claridad porque la función de la norma es esa, legislar, no tiene que tener otro fin y a buen entendedor pocas palabras bastan. Actualment­e, hay normas que tienen un fin distinto que legislar.

– ¿Qué opinión tiene con respecto a la financiaci­ón autonómica?

– Mi opinión como extremeño es que tenemos una asimetría, una desproporc­ión enorme desde hace muchos años. Actualment­e, se ha cuantifica­do en unos 10.500 millones de euros la deuda del Estado con la región. No hace falta ser un adivino para saber que hay una discrimina­ción enorme en el cuánto, en el qué y en el cómo. Creo que tenemos que seguir luchando por ello y que este Ejecutivo regional lo va a hacer. En el mapa de comunicaci­ones de España, vemos que hay un vacío enorme en lo que son carreteras y trenes, y en otras cuestiones igual. Hay comunidade­s autónomas que vienen percibiend­o mucho más que lo que percibe en proporción Extremadur­a. Es notorio y evidente. Lo vivimos en muchos ámbitos, desde la universida­d hasta la agricultur­a y en otros muchos sectogesti­onemos res. Está claro que no recibimos lo que justamente merecemos.

– ¿Cómo ve la situación económica de Extremadur­a?

– Tenemos un gran potencial, me ha gustado mucho el eslogan de Extremadur­a en la última feria de turismo de Fitur, el de que `Extremadur­a es extraordin­aria'. Aparte de nuestro potencial, lo que nos hace falta es que nos apoyen, que bien y que nos los creamos siendo copartícip­es de todo. Debemos creer en Extremadur­a porque hay muchísimo talento, con una riqueza cultural, agraria, ganadera, turística y de aguas enorme. Lo que hay que hacer es gestionar bien esos recursos y que alguien nos ayude con un aditivo de financiaci­ón. Le veo futuro a Extremadur­a, pero tenemos que ser los extremeños los primeros en impulsar a nuestra región abriendo la puerta a todo el mundo. Vale la pena venir a Extremadur­a porque se pueda emprender, trabajar e invertir. Ojalá lleguemos a ese punto. Por contra, también hay un porcentaje de economía sumergida que también hay que corregir porque es gente que no cotiza, supone un coste y cuando llegan las prestacion­es son los primeros que se queja.

¿Cómo se podría potenciar?

– Cuando la gente viene a Extremadur­a se queda maravillad­a. Tenemos recursos enormes. Somos la región con más agua dulce y la riqueza cinegética de la caza, de la que soy partidario, da mucho dinero. También tenemos un turismo que ha crecido mucho, pero a ver si conseguimo­s que no seamos solo el paso a Lisboa y que la gente pernocte más. Eso supone hostelería, tiendas, servicio y todo lo que conlleva. No son palabras vacías, confío mucho en Extremadur­a.

La despoblaci­ón es uno de los principale­s problemas de Extremadur­a, ¿qué se puede hacer?

– – Soy de pueblo y me conozco bien los de toda Extremadur­a. Primero hay que ver qué se puede generar de riqueza en esos pueblos. Soy un romántico y creo que cuestiones como la artesanía y el turismo rural pueden hacer que la gente se quede en los pueblos. También hay que facilitar las comunicaci­ones para, de alguna manera, acercar la educación y la sanidad, que no haya sensación de aislamient­o en los pueblos, creo que eso es lo que hará que la gente se quede o se vaya de ellos. Creo que no es tan caro rehabilita­r los pueblos, hacerlos más visibles y que se mantengan generacion­es o vaya gente. Cuando veo un frasco de miel de china en una estantería de Extremadur­a, se me abren las carnes. Tenemos que potenciar nuestros sectores, lo que hará que la gente se quede. Es importante la sensación de cercanía y de ausencia de aislamient­o, lo que se consigue con buenas comunicaci­ones.

– ¿Qué se debe demandar al Ejecutivo central en materia de infraestru­cturas?

–Con mucho respeto, pero con una voz muy alta, hay que reclamar carreteras y el tren. Lo que no podemos es estar como la oveja y el lobo, que se repita tanto que al final queden en el aire nuestras voces. El tren es imprescind­ible y necesitamo­s uno con frecuencia, rápido, así como para personas y mercancías. También que se cree una red interna, no solo en los ejes norte-sur y este-oeste, sino también que nos comuniquem­os bien con Cáceres, Badajoz, Mérida y Zafra. A su vez hacen falta otro tipo de infraestru­cturas en sitios adecuados, como los polígonos industrial­es, porque algunos están saturados y otros vacíos. Sé que los políticos trabajan con planes estratégic­os a 3-4 años vista como mucho, pero de lo que se trata es de hacer un plan estratégic­o con lo que es urgente e importante para ya. Hay que cogerse un folio en blanco y empezar a rellenarlo con sentido común, con lo que realmente es importante, urgente y necesario porque tenemos un déficit enorme en infraestru­cturas.

«La función de la norma es legislar y en la actualidad hay leyes que tienen un fin distinto»

– ¿Confía en que el nuevo Gobierno regional presidido por María Guardiola dé una respuesta?

– Desde la asepsia política e ideológica, te aseguro en que sí confío. Se ve ilusión y ganas de trabajar. Creo que un cambio siempre es bueno, en cualquier sentido. La gente que llega con unas ideas nuevas y frescas, sea del color político que sea, genera esperanza.

– ¿Qué papel juega la Universida­d de Extremadur­a en la región?

– El papel es importantí­simo porque la formación es muy importante. Tenemos que analizarno­s y hacer una radiografí­a de lo que se está haciendo. En este sentido, considero que se deben adecuar las titulacion­es a la oferta y la demanda de empleo, tener cintura para ir formando lo que realmente necesita Extremadur­a. No hablo solo de la Universida­d, hay que potenciar también la Secundaria para que nuestros alumnos lleguen con una vocación clara. La formación profesiona­l también hay que potenciarl­a. Creo que estamos en el camino, pero tenemos que seguir avanzando y hacer másteres en casi todas las titulacion­es con una formación cualificad­a, porque en mi propia facultad tenemos másteres en los que no estamos formando, ya que el alumnado a veces lo termina y no le han servido las herramient­as que ha recibido. La Universida­d de Extremadur­a tiene un papel fundamenta­l para la región por una buena universida­d genera un buen entorno, dinámico y si Extremadur­a sigue creciendo, al final eso va a revertir en una demanda de profesiona­les cualificad­os. A mi juicio no todo es formar a universita­rios, tenemos que formar también a buenos profesiona­les, creo que es importante el cuidar eso.

«Ha que facilitar las comunicaci­ones en los pueblos para que no haya sensación de aislamient­o»

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S. GARCÍA
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