El nuevo hotel Lisboa será el sexto de 4 estrellas de Badajoz
Con más de 120 habitaciones, tendrá un jardín privado para eventos y un restaurante panorámico Las obras empezaron en septiembre y se espera que reabra antes de que acabe el año
En 1978 su padre construyó el edificio y ahora él lo está reformando para lanzarlo al mercado con otro aspecto y otra intención. El mítico hotel Lisboa, situado en la margen derecha del río, en la avenida Adolfo Díaz Ambrona, está cambiando de cara para convertirse en un cuatro estrellas que ampliará la oferta de plazas turísticas en Badajoz. Al frente del proyecto está el empresario mitad alicantino mitad pacense Pedro Tent, con la firma de Sajem S.L.
Así, cuando el Lisboa reviva, será el sexto de la ciudad con rango de cuatro estrellas. Junto a él estarán el Zurbarán, el Badajoz Center, Las Bóvedas, el AC y el Ilunion Golf. El abanico de alta categoría se cierra, de momento, con el NH Gran Hotel Casino, el único de cinco estrellas que alberga la capital pacense.
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LA FILOSOFÍA «Es cierto que ha estado unos años un poco abandonado, pero ahora queremos apostar por un edificio moderno y orientado también a la celebración de congresos», explica Tent. Por ello, habrá un jardín privado anexo para hacer eventos con restaurante y piscina incluida. «Pero será una piscina más para hacer fotos que para bañarse», apunta el empresario. El nuevo inmueble contará igualmente con otro restaurante panorámico en la última planta.
Serán más de 120 habitaciones «modernas, con todas las ventajas de la domótica». Y en cuanto a personal, rondará en principio «como mínimo los 50 trabajadores».
Las obras arrancaron el pasado
mes de septiembre y hay una fecha fijada para el fin de los trabajos: el 3 de octubre. «Pero podemos decir que el hotel, que conservará el mismo nombre, volverá a abrir antes de que acabe el año», matiza Tent.
Cuando así sea, una gran cascada de agua recibirá a los clientes.
¿Precios? El empresario sostiene que serán un poco más altos que cualquier cuatro estrellas en la zona por las características del inmueble, «pero tampoco nos podemos subir mucho porque hay que adaptarse al contexto», afirma.
«Ha estado abandonado unos años, pero ahora queremos apostar por un edificio moderno»