La joven Marta Cano reconoce que le costó adaptarse al Arroyo
«Vamos a luchar hasta el final por estar en la fase de ascenso, asegura
Marta Cano es una de las grandes promesas del Extremadura Arroyo. Todavía posee licencia de juvenil, pero esta joven jugadora procedente de la gran cantera de Navalvillar de Pela ha sabido hacerse, a base de mucho trabajo, sacrificio y compromiso, con un hueco en el septeto titular.
Cano, que fue fichada por el club de Arroyo de la Luz el pasado mes de agosto, reconoce que su adaptación al equipo no fue fácil: «me costó coger el ritmo a esta categoría, ya que de donde yo venía, en regional, el juego es mucho más lento».
Asegura que el apoyo de Lima y del resto de compañeras, «en especial de Raquel y de Desi, ha resultado crucial para llegar al nivel con el que contribuyo ahora el equipo, tanto en defensa y recepción como en ataque, y espero seguir aprendiendo para aportar mi granito de arena para lograr el objetivo de poder clasificarnos para jugar el ascenso a Superliga».
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MIRANDO HACIA ARRIBA En cuanto al momento que atraviesa el equipo extremeño, tercero en la clasificación tras la importante victoria de la pasada jornada ante el Fedes Ascensores La Laguna (3-1), afirma que la satisfacción y la alegría «de la plantilla por ese triunfo y el ascenso en la tabla eran enormes». Su próximo oponente es el Covadonga de nuevo
en casa este sábado a las 18.00 horas. «El tramo final de la liga lo afrontamos con muchas ganas, ya que hemos entrado en un dinámica de trabajo y competición muy buenas y vamos a luchar hasta el último partido para lograr esa plaza que nos dé opciones a jugar la fase de ascenso, que es nuestro sueño por el trabajo realizado hasta ahora», prosigue Cano.
En cuanto a la rutina diaria de trabajo, la jugadora señala que le gusta mucho «cómo preparamos los partidos, así como lo bien que se planifican los entrenamientos, y en cuanto a las situaciones que menos me gustan, la verdad es que no veo nada, porque hasta cuando las cosas se tuercen en un partido, me encanta que seamos capaces de reaccionar como una piña y volver a competir», concluye.