El timador de las tragaperras falsificaba contratos de alquiler: «Era muy echado para adelante»
Un afectado denuncia que el detenido por la Policía Nacional se quedó con más de 500 euros de la fianza y la última recaudación «Firmábamos el papel para la máquina en el local y él se encargaba del resto», dice el dueño de otro bar damnificado
Era otra de las prácticas habituales del timador de las tragaperras que ha sido detenido en Cáceres por la Policía Nacional: falsificar contratos de alquiler. Según indica uno de los afectados, que tenía un establecimiento en la calle Reyes Huertas, uno de los métodos que empleaba para conseguir dinero era alquilar inmuebles que podían ser utilizados como bares para realizar subcontratas a los interesados en regentarlo. «Tras firmar el contrato y abonar el alquiler mensual, unos días más tarde se presentaba con un papel distinto al que habíamos acordado, en el que la cifra que tenía que pagarle era más alta, pero también tenía mi firma porque la había falsificado», constata. Finalmente, terminó abandonando el recinto y trasladándose a la calle Gil Cordero, lejos de la influencia del detenido.
No solo esto; el afectado denuncia que también se quedó con 500 euros de la fianza del alquiler y que la última recaudación de la tragaperras que le instaló fue en su totalidad para el individuo. Los hechos se remontan a 2020, durante la pandemia del coronavirus. El propietario cuenta que «alguien debe haber tirado de la manta y están saliendo todas las irregularidades de este señor ahora, pero hay muchísimos afectados por las prácticas que ha venido haciendo durante los últimos años». «En alguno de los registros que realizó la Policía Nacional debieron encontrar alguno de los contratos en los que aparecía mi firma y por ello me llamaron a declarar a principios de mes, pero es evidente que yo soy otro perjudicado», reitera.
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EL TIMO DE LAS TRAGAPERRAS ¿En qué ha consistido el timo de las tragaperras? La Policía Nacional se lo atribuye a un hombre de 38 con antecedentes que fue detenido como presunto autor de un delito de falsedad de documento público u oficial con el fin de realizar máquinas recreativas tipo `B', es decir, `tragaperras'. Esta persona, como responsable de una empresa del sector del juego, ofrecía su maquinaria omitiendo el trámite administrativo obligatorio de firmar en la Consejería de Hacienda de la Junta de Extremadura, evitando así el desplazamiento del propietario del establecimiento. Entonces entregaba él mismo el documento necesario con firma y sellos del organismo oficial falsificados, con el consiguiente beneficio económico y perjuicio para el resto de empresas del sector.
Con esta información en su poder, los agentes llevaron a cabo el pasado 5 de febrero dos entradas y registros en un domicilio de la calle Madame Curie (en el entorno de la plaza de toros) y en un local de Doctor Fleming, en la que procedieron a la detención del principal responsable.
En otros locales de ocio y restauración a los que ha preguntado este diario, como el Rinconcito de María (en Reyes Huertas), el bar Mi Mariposa (en Las 300) o el mesón La Bodeguilla (en Ronda del Carmen) aseguran que han realizado los trámites oportunos para el emplazamiento de la máquina en el recinto, personándose en la Consejería de Hacienda junto al empresario para realizar la firma de una manera legal: «Es una cosa muy seria, con esto no se puede jugar», señalan tras mostrar el documento. Algunos hosteleros han decidido dejar a un lado las compañías más tradicionales del sector para cooperar con grandes empresas del sector del juego, como Codere.
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POSIBLES PENAS «Me he estado informando y las penas a las que se enfrenta son de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses por cada caso de falsificación que haya realizado, y hay unos 50 afectados», indica uno de los afectados. «Firmamos el papel para la tragaperras en el local y él se encargó del resto», explica otra de las víctimas del timo.
Este damnificado por el fraude, que ha preferido no identificarse por temor a represalias, asegura que le ocurrió en un establecimiento de la calle Gómez Becerra que abandonó hace varios meses para comenzar a trabajar en un nuevo proyecto. Tras el suceso, cortó el vínculo empresarial con el acusado y la máquina recreativa se la suministra otra empresa, con la que «está todo en regla», incide. «Un día me llamó la Policía Nacional y yo no sabía para qué era, me asusté bastante. Cuando me enteré del motivo, me di cuenta de que era algo grave y que yo era una de las víctimas. Aun así, hay otros 50 por toda la ciudad. Seguramente me llamen para testificar en un juicio, pero lo haré como afectado», explica.
Los propietarios coinciden en que la rentabilidad ha disminuido con respecto a las últimas décadas
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DESCRIPCIÓN Se atreven también a ofrecer una descripción del presunto estafador: «Era un hombre que rondaba los 40 años, de baja estatura, fuerte y muy echado para adelante», precisan.
Si en algo coincide la gran mayoría de los locales de la ciudad es que la rentabilidad de las máquiaños
Otros locales de la ciudad aseguran que han realizado los trámites oportunos para su colocación