Un mes de la desaparición de Vicente: búsqueda por tierra, agua y aire
Hinojal sigue expectante el avance de la investigación después de hasta cuatro batidas sobre el terreno fallidas El vecino de 79 años vivía solo y ganó un premio de la Lotería hace tiempo. Salió de casa sin su teléfono móvil
Por tierra, río y aire. La búsqueda de Vicente Sánchez ha desplegado todos los medios posibles cuando se cumple un mes exacto de su desaparición. Hinojal sigue expectante desde que arrancó el año de cualquier noticia sobre el vecino de 79 años, que se encuentra en paradero desconocido desde entonces. El secretismo de la Guardia Civil en los avances de la investigación ha contrastado con las panorámicas de las generosas batidas que han recorrido las inmediaciones de la localidad, la última este viernes.
A lo largo de este mes, los equipos de la comandancia de Cáceres han redoblado esfuerzos con voluntarios y los propios vecinos para encontrar directamente a Vicente o, al menos, hallar algún indicio que ayude a localizarle. Sin embargo, todas las jornadas de búsqueda han finalizado con el mismo resultado, sin éxito. Cierto es que desde el primer momento su desaparición ha estado acompañada de multitud de interrogantes. El primero, dejó el teléfono, del que rara vez se desprendía según sus conocidos, en casa. El móvil y la cama sin hacer fueron las premisas de las que partieron los investigadores.
Otra de las circunstancias que han suscitado especial interés en torno al caso es la relativa a que Vicente ganara un cuantioso premio la Lotería hace meses, hecho que la familia cree que motivó su desaparición. De hecho, sus propios seres queridos, que fueron los que interpusieron la denuncia ante la Guardia Civil a finales de enero, han sostenido desde un primer momento que el anciano no se ha marchado de forma voluntaria.
En relación a este supuesto, fuentes de la comandancia aseguran que el que acumulara una gran cantidad de dinero en el banco es tan solo otro dato más a tener en cuenta y no descartan ninguna hipótesis al respecto. Lo único que ha quedado acreditado es que la jornada en la que fecha su desaparición, se realizó un reintegro de fondos --no se ha precisado la cantidad-- de un cajero de la localidad.
Una última particularidad del caso reside en su círculo. Todos los que le conocen le definen como una persona reservada, celosa de su intimidad y en ocasiones, aprehensiva. Tente vivía solo en el domicilio que heredó de sus padres, ya fallecidos, y frecuentaba el bar que regentan unos familiares suyos y la panadería. De hecho, ambos fueron los primeros que sospecharon porque no lo vieron durante varios días. Cierto es que los vecinos que participaron en su búsqueda tan solo días después sostenían que aparte de moverse por el pueblo, de escasos 400 habitantes, aseguraron que era habitual que frecuentara localidades cercanas como Talaván o incluso Cáceres, precisamente para jugar a la Lotería. Lo hacía siempre, eso sí, en compañía de un vecino o en autobús porque él no conducía, pero siempre regresaba en el día.
En este escenario de interrogantes, los equipos de la benemérita han ido desplegando su operativo. El primero, el más numeroso, tuvo lugar el mismo de 1 febrero, tan solo días después de la denuncia que interpuso su hermana, que había regresado de Madrid a Hinojal para celebrar las Candelas. Contó con un gran despliegue a pie, entre vecinos y voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil que peinaron durante horas las inmediaciones del pueblo. Todos ellos acompañaron a los bomberos con perros y a los equipos de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil.
En el dispositivo han participado agentes a pie, buzos, perros y drones con la ayuda de vecinos y voluntarios