«Estamos pensando en el cierre definitivo, llevamos una racha...»
Una mirada de cansancio profundo. Pero no físico, sino mental. Una noche casi sin dormir. Un día después es mucho más consciente de lo que ha vivido. Dice que van a intentar recuperarse del impacto, pero está agotado: «Ha sido un hecho lamentable. Ahora mismo estamos pensando qué hacer, si un cierre temporal o definitivo, porque llevamos una racha… Hemos vivido acontecimientos que no suelen ocurrir, estamos bastante afectados». Quien habla es Antonio Vaquerizo, dueño del bar Vaquerizo, que el pajueves fue escenario de un tiroteo desde la puerta de la cafetería que acabó con un joven de 34 años muerto. Un ajuste de cuentas a plena luz del día.
Hace apenas tres meses él y sus empleados sufrieron un atraco; ahora este suceso que se ha convertido en noticia nacional.
LLAMADAS CONSTANTES // El tiroteo ocurrió sobre las 10.30 horas; a las 14.00 los agentes de la Policía Nacional ya habían terminado su labor dentro del bar. Pero Vaquerizo bajó entonces la persiana y no la ha vuelto abrir.
Ayer viernes atendía a los periodistas delante de una de las dos puertas que tiene el establecimiento, los disparos se hicieron desde la otra, desde el acceso lateral. Su teléfono móvil no dejaba de sonar.
El bar Vaquerizo está prácticamente dentro de una gasolinera, la Cepsa situada en el cruce entre la carretera de Sevilla y la mal llamada autovía (la BA-20). Ayer había dos empleados detrás del mostrador de la tienda y se respiraba tranquilidad: «Nosotros no lo vivimos, pero el compañero que sí estaba ha pedido descansado
sar hasta el domingo porque se tiene que recuperar. Él dice que escuchó las detonaciones y vio a gente salir corriendo. La gasoli
nera estuvo precintada después unas horas». ¿Miedo? «Bueno, aquí la verdad es que ya hemos visto de todo...».