El Periódico Extremadura

Una victoria más que trascenden­tal

El Mérida supera al Atlético Baleares en un tenso encuentro y se queda a un paso de salir de la zona de descenso

- NONO SAAVEDRA deportes@extremadur­a.elperiodic­o.com MÉRIDA

Dentro de esta buena racha en la que se encuentra el Mérida en las últimas jornadas, la victoria cosechada este domingo ante el Atlético Baleares (2-1) no ha sido, segurament­e, en la que el equipo emeritense ha mostrado su mejor versión. Sin embargo, los momentos en el fútbol son claves y cuando las cosas están mal todo se multiplica en contra y cuando están bien, todo parece que se alinea para que la fortuna sonría.

Para un espectador neutral el encuentro entre emeritense­s y baleares fue aburrido, pues se pisaron muy poco ambas áreas. Sin embargo, para ambas aficiones fue un partido muy tenso por lo que se jugaban ambos contendien­tes. Para los locales era necesaria la victoria para vivir, por lo menos unas horas, fuera del descenso y meter presión a sus rivales directos que jugaban por la tarde, mientras que para los visitantes era, prácticame­nte, una final para seguir soñando con la salvación.

El Mérida salió muy bien plantado, presionand­o arriba y confiriend­o un ritmo que le convenía. Pero el ímpetu duró diez minutos, pues a partir de entonces los de Juanma Barrero se asentaron en el buen césped romano y, sin crear peligro, daban la sensación de dominar el choque. Las áreas no se pisaban y los locales buscaban como única alternativ­a atacante el pelotazo que no terminaba de generar peligro, lo que impacienta­ba a la grada. Donde más cómodos se sentían los de Rocha eran robando y

corriendo, pero en las pocas ocasiones en las que lo conseguían, solían elegir mal el pase definitivo.

Con esta tesitura, parecía claro que la clave iba a estar en aprovechar la que se tuviera pues se mostraba un choque de pocas ocasiones.

EL GOL DE BUSI A pesar de que el Mérida no estaba cómodo, las individual­idades volvieron a aflorar y en un balón que parecía sin historia, Chuma porfió con David Navarro cerca del banderín del córner hasta robarle la pelota, el centro tenso del delantero fue tocado por Ofoli cuando su portero se disponía a blocarla, lo que hizo que el balón terminara llegando al segundo palo donde apareció Busi para poner el interior de su pie derecho y adelantar a los suyos.

El resultado llegó antes que el juego, pero los emeritense­s lo aprovechar­on para seguir apretando y solo un minuto después fue Juanjo Sánchez quien mandó un derechazo a la parte superior del larguero.

En la reanudació­n, Canedo sustituyó a Llácer que tenía tarjeta y el choque comenzó con un Mérida propositiv­o, una buena presión de Chuma dio lugar a que el delantero, tras irse de un segundo

defensa tuviera un disparo franco desde la frontal, pero se le fue muy desviado. Declaració­n de intencione­s local que continuaro­n presionand­o arriba en los minutos sucesivos.

La tensión se palpaba, el partido por momentos se rompía, pero sin ocasiones claras por parte de ninguno de los dos.

Desde ambos banquillos empezaron a buscar alternativ­as y en el emeritense refrescaro­n su delantera con las entradas de Elejalde y Sandoval. Este último tuvo una buena ocasión en el minuto 68, pero su remate muy forzado fue salvado por un defensa sobre la línea. La jugada continuó y llegó la acción polémica del partido con un derribo dentro del área sobre el propio Elejalde que el colegiado no estimó como punible. La protesta de dicha jugada supuso la expulsión de David Rocha del banquillo local.

El Atlético Baleares iba intentando adelantar posiciones en busca del empate, por lo que los emeritense­s pudieron encontrar espacios en transicion­es. Ni a unos ni a otros les terminaban de salir las jugadas para marcar.

La ventaja era local, pero la sensación es que iba a haber más goles por el ímpetu de unos y las transicion­es de los otros.

Al final lo que hubo fue una falta en la frontal del área local muy peligrosa, sobre todo si enfrente hay un lanzador de la calidad de Rochina. Su lanzamient­o dio en la barrera y el rechace le llegó a Campabadal que solo tuvo que empujarla para empatar el partido. Pero solo dos minutos después, una gran contra llevada por Juanjo Sánchez, habilitó a Mizzian a la espalda de la defensa y este a Elejalde, cuyo control se le quedó un poco atrás, pero al rehacerse hizo el quiebro perfecto para quedarse perfilado ante la portería y poner un disparo seco pegado al palo, que supuso el delirio en las gradas, pues su equipo volvía a adelantars­e.

En las postrimerí­as, los visitantes lo intentaron, pero fue Sandoval quien estuvo cerca de poner el tercero, primero en una falta lejana que se fue envenenand­o y después en un disparo que se fue fuera. En la última acción del choque llegaría el último susto para la grada, pues un centro peligroso desde la izquierda se paseó por el borde del área chica de Palomares, afortunada­mente para los locales, sin remate, lo que permitió una victoria muy importante para las huestes romanas.

 ?? AD ME´RIDA ?? Busi, derecha, autor del primer gol del Mérida.
AD ME´RIDA Busi, derecha, autor del primer gol del Mérida.

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