El SES aún no llama al hombre que lleva 901 días en lista de espera
Luis Espada confía en que le operen antes de que caduque el preoperatorio
El Servicio Extremeño de Salud aún no se ha puesto en contacto con Luis Espada, el hombre de Cáceres que cumple hoy 901 días en lista de espera para una cirugía en su rodilla derecha. La situación se agravará en los próximos días si no le llaman antes del 15 de este mes, cuando su preoperatorio caduque. De todos modos, se muestra confiante en que le operen antes de que llegue esa fecha.
Espada está en contacto permanente con el Defensor del Usuario, un área del SES que tiene por objetivo facilitar al máximo el acceso a la institución y que cualquier persona disponga de información para ejercitar su derecho a la información y pueda ejercitar su derecho a reclamación o la posibilidad de formular sus inquietudes, preocupaciones y sugerencias acerca del servicio sanitario público extremeño. Desde este organismo, han comunicado al director asistencial del área cacereña para explicarles la situación y contestaron que eran conscientes de que su situación vencía el día 15, por lo que le llamarían antes para practicarle la cirugía. «No confío ya mucho en el tema aunque me lo han asegurado», señala Espada. «El motivo por el que no me fío es que ya en 2021 me pasó lo mismo y se me caducó el preoperatorio, por lo que tuve que empezar todo el proceso de nuevo», reitera.
«He conseguido yo también el correo electrónico del director asistencial encargado y, el día 10 u 11 de este mes, le escribiré personalmente para recordarle mi situación», cuenta este cacereño, que vive una situación límite.
El diagnóstico ha cambiado durante estos casi tres años aguardando una intervención, pues al principio tenía una artroscopia de menisco y ya ha derivado en artroplastia total, lo que ha provocado que los dolores le lleguen hasta la cadera y tenga que tomarse una pastilla todas las noches para dormir sin dolores.
No es solo la parte física. Todo este tiempo esperando a la operación ha llevado a Espada a caer en una depresión: «Tengo 64 años y me vi obligado a dejar de trabajar cuando recibí la incapacidad en 2022. Yo siempre he sido una persona muy activa y es una situación muy complicada. Ya no puedo ni bajar las escaleras de una forma normal, tengo que poner los dos pies en el mismo escalón. Ir a hacer la compra ya es un imposible», señaló a este diario.
Uno de los recursos que llevó a cabo fue manifestarse frente al Hospital Universitario. Unas actividades que cesaron hace varias semanas debido a que estaba a la espera de la resolución definitiva sobre su solución. Pero amenaza con volver a realizarlo si pasa la fecha en la que caduque el preoperatorio y aún no le han llamado: «Me iré a la puerta de la gerencia del Área de Salud de Cáceres y al San Pedro de Alcántara».
El Defensor del Paciente también remitió el pasado jueves este caso ante la Fiscalía de Cáceres y calificó el hecho como «grave». «La solicitud de su intervención, lo entendemos como una dejación de funciones de la administración pública», aseguró la presidenta, Carmen Flores.