Más tiempo de lo parecido
Jornadas y el debate se abre sobre si Villanovense y Cacereño están a tiempo para poder pelear por puestos de `playoff' se desangra ante la pasividad de una afición que está desencantada
Cada jornada que pasa se vive como un auténtico drama para el fútbol extremeño en Segunda Federación. Desde luego, no es una temporada para tirar cohetes. Ninguno de los cinco en liza anda bien, aunque algunos han logrado reconducir el rumbo a tiempo y otros ven cómo se asoman al abismo. La realidad es que todavía quedan nueve partidos por delante. 27 puntos. Y eso es un mundo.
El Villanovense sigue siendo el mejor posicionado con 35 puntos, aunque vio truncada su buena racha con una derrota en Soria donde no estuvo al nivel de los partidos anteriores. Los serones han encontrado regularidad y el mercado de invierno les ha sentado bien. Pese a la derrota, el equipo sigue con confianza y está más cerca del playoff que del descenso. Si entona otra buena racha, está a tiempo de pelear por arriba, que era su objetivo.
En Cáceres se preguntan si el Cacereño está a tiempo de hacer lo mismo. El triunfo ante el San Fernando eleva a seis los partidos sin perder para los de Julio Cobos, con dos victorias consecutivas. Hay brotes para el optimismo. El equipo ha ganado en consistencia defensiva y el portero Izan se ha convertido en un auténtico seguro de vida cuando nadie lo esperaba. Además, jugadores como el lateral Emi le dan un salto de calidad. Pero el Cacereño sigue concediendo mucho y, ante el San Fernando, también tuvo algo de suerte para no encajar goles. Y luego está lo extradeportivo, que debería arreglarse pronto, pero que ha dejado una sensación de que las cosas no andan bien por la carretera de Salamanca.
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Está definitivamente normalizado el Llerenense, que ha dejado atrás su gran crisis de temporada que le hizo dilapidar toda su renta con respecto al descenso. Ante el Sanse, que es el líder del grupo, los de Luismi hicieron un más que digno partido. Volvieron a ser verticales, intensos en ritmo de juego y, durante gran parte de la segunda parte, pusieron contra las cuerdas al equipo madrileño, pero a este Llerenense le falta, en ocasiones, un poquito de picardía. Cuando decidió irse arriba con todo, el Sanse le pilló una contra de manual que un defensor del Llerenense pudo cortar en falta, pero le faltó esa madurez para saber leer esos momentos claves de los partiuna
Cacereño
Llerenense
El Llerenense deja atrás su crisis de marcadores y vuelve a encontrarse con su fútbol habitual
dos. Esa jugada acabó en gol y en una losa para el Llerenense, que pudo arreglarlo gracias a una jugada maradoniana de Gus Quezada. Por cierto, el ecuatoriano, está siendo uno de los grandes pilares de este Llerenense en lo que va de temporada. Para Luismi es intocable, ya sea jugando de pivote o de defensa central. Uno de esos jugadores por los que merece pagar entrada a un campo.
Otro que reacciona es el Montijo, que ganó su primer partido con el joven Jesús Acevedo a los mandos. Los rojillos no van de comparsa y, pese a todo lo que se ha dicho de ellos, están a sólo tres puntos del Badajoz y a seis de la salvación. Volvemos a lo de antes: están a tiempo de todo. No obstante, para ser honestos, es difícil pensar que con esta plantilla pueda ganar muchos partidos más. Ante el Unión Adarve hizo un esfuerzo titánico en forma de remontada. Si te relajas con este Montijo, te lo puede hacer pagar caro por el brío y hambre de sus jugadores jóvenes. Y eso le pasó al Unión Adarve, que se vio con el partido ganado tras el 0-1.
En el Montijo hay que destacar la figura de Runy, un futbolista que aceptó el reto de quedarse cuando el barco se desmembraba
Badajoz y que a día de hoy es el líder del conjunto de Vegas Bajas del Guadiana. También está siendo interesante la aportación de Santiago Müller, cedido por el Badajoz y haciendo goles importantes para que el Montijo pueda seguir soñando.
El Montijo está en una situación delicada, pero no vive un drama constante. De hecho, sus gestores están muy tranquilos porque han reconducido el barco a nivel económico para asegurar la continuidad del proyecto aunque llegue el descenso. De hecho, el Montijo trabaja en esa realidad de poderse ver en Tercera, pero está poniendo mimbres para que el año que viene pueda tener un equipo de empaque para volver.
Todo lo contrario el Badajoz, que ha pasado de ser un club modélico a vivir a merced de lo que ocurra en el día a día. El descenso empieza a ser un fantasma que revolotea en mitad de un club desunido y con falta de información por dentro.
Nadie se explica por qué una plantilla como la del Badajoz no tiene rendimiento en una categoría que no parece muy exigente. Fichajes como el de Alex Alegría no terminan de despejar. Cero goles en cinco partidos. Y la sombra de Luis Oliver aparece en forma de comunicados del Grupo Lanuspe cada vez que hay un mal resultado.
El Badajoz está jugando con mucho fuego y, lo peor, es que a la gente ha empezado a dolerle cada vez menos porque en su cabeza empieza a estar la refundación y un club de los socios. Aunque, como le ocurre al resto, está a tiempo de todo. más del que parece. Nueve partidos. 27 puntos. Un mundo.