La barbera de Mérida
Ana Caballero es la primera mujer que se dedica en la ciudad a este trabajo
Ana Caballero (nacida en Guareña, pero afincada en Mérida) explica que siempre quiso ser peluquera y para ello se formó en Don Benito. Lo que descubrió con el tiempo es que lo que realmente le gusta son las barbas y acicalar los cabellos masculinos. ¿Cómo prefiere que le llamen, barbera o peluquera? «Barbera mucho mejor, ya que es más de chico. Peluquera es algo más general y engloba tanto a hombre como a mujer», destaca esta emprendedora nata con una sonrisa de oreja a oreja.
Desde hace unos seis años tiene su propia barbería, en la calle Marquesa de Pinares. Hablar con ella supone hacerlo con alguien que, aunque a su edad, conoce bien los entresijos de la vida, o al menos, de cómo asaltarla para dedicarse a lo que le apasiona y le llena. «Felicidad, que bonito nombre tienes». Es la letra de una canción que, en el año 2001, popularizó La Cabra Mecánica. Pues sí, y esta barbera, quiso apostar por ella. «Abrir mi propio negocio siempre fue mi sueño, aunque antes estuve varios años trabajando en otros establecimientos. Pese a que es un oficio tradicional de hombres, me siento muy orgullosa de ser la primera barbera de la ciudad», señala.
Los referentes para los cortes y afeitados entre los jóvenes emeritenses son los futbolistas e influencers. «Piden cortes degradados y que vayan en consonancia con la barba. También demandan diseños con navaja. La gente un poco más mayor prefiere el corte clásico con tijera. En general, los clientes se dejan aconsejar», comenta Caballero. Y dice que cada vez los hombres se cuidan más el cabello. «Vienen cada dos o tres semanas a arreglarse el corte y estoy muy agradecida». No obstante, aclara a El Periódico Extremadura que el hecho de no poseer barba no le hace, «ni mucho menos», ser menos capaz de realizar el trabajo de diez.