El impacto invisible en la salud femenina
La medicina ha pasado por alto las necesidades específicas de las mujeres, desde la atención clínica hasta la investigación y desarrollo de fármacos, obstaculizando su tratamiento adecuado
En la medicina contemporánea, siguen enquistadas cuestiones fundamentales que ponen de manifiesto desigualdades de género arraigadas en el sistema de atención sanitaria. La medicina es una ciencia androcéntrica, siempre ha desarrollado su actividad tomando como modelo el cuerpo masculino olvidando las características específicas de las mujeres. Este fenómeno obstaculiza inevitablemente el tratamiento de las necesidades particulares de la salud femenina, desde la atención clínica hasta la investigación y el desarrollo de fármacos.
Biológicamente, hombres y mujeres, somos distintos y es lógico sospechar que no todas las patologías se expresan, ni afectan, igual en ambos sexos. Existe mucha literatura científica que evidencia la diferencia de síntomas de muchas enfermedades dependiendo de quien las sufre. Pero estas diferencias están escasamente estudiadas y aún menos integradas en la práctica profesional.
Retrasos y errores en los diagnósticos
La catedrática en medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Alicante María Teresa Ruiz Cantero arroja un dato: “la Universidad de Copenhague realizó un estudio que concluyó que en más de 700 enfermedades existe un retraso diagnóstico mayor en mujeres que en hombres”.
El desconocimiento sobre los síntomas específicos de algunas enfermedades en mujeres, y por ende, la falta de abordaje adecuado por parte del personal médico, es una de las principales causas de estas demoras.
Síntomas desconocidos
El infarto de míocardio es el ejemplo más popular. Mientras que en ellos los signos incluyen dolor en el pecho o en el brazo izquierdo; en ellas predominan las náuseas y el dolor en la espalda, según la Fundación Española del Corazón.
Un estudio elaborado por la Sociedad
Española de Cardiología analizó la mortalidad por infarto: la tasa es el doble en mujeres (18%) que en hombres (9%).
Según la cardióloga Antonia Sambala esta cifra podría deberse a que las mujeres acuden más tarde a un centro médico por “la ignorancia acerca de los síntomas o el retraso por cumplir con responsabilidades familiares”.
El infarto es el caso más conocido, pero hay muchas enfermedades que se presentan distintas en mujeres. Por ejemplo, la gota. La baja probabilidad de que las mujeres la padezcan ha derivado en la creencia de que esuna patología masculina y son poco conocidos los síntomas en ellas.
“Las mujeres presentan dolor persistente en las manos o los pies o un inicio afectando más de una articulación, pero no siempre con episodios agudos de artritis,, como suele cursar en los hombres”, indica el reumatólogo Eliseo Pascual.
En patologías respiratorias como el asma sucedeun fenómeno interesante. Un estudio realizado por varios neumólogos madrileños que investigó los factores relacionados con el mayor porcentaje de ingresos por asma en mujeres, concluyó que esto puede estar relacionado con una mala percepción de la gravedad por parte de las mujeres. La prevalencia de ansiedad o depresión en ellas puede contribuir a esta percepción, ya que los síntomas como la hiperventilación pueden confundirse con los del asma.
El cajón desastre de la salud mental
Las mujeres son más diagnósticadas con problemas de salud mental. La médica Miriam Al Adib, apunta que a ellas se les administra “el 85% de los psicofármacos”.
Sin embargo, el hecho de que “cualquier queja de una mujer se atribuya a que tiene ansiedad o depresión” minimiza la dimensión “social, económica y política de la salud”, alerta Carme Valls, directora del Programa Mujer, Salud y Calidad de Vida del CAPS.
La implementación de la perspectiva de género en la medicina implica reconocer y abordar las diferencias biológicas y sociales que influyen en la salud y el bienestar de las mujeres. La formación de los profesionales, la inclusión de las mujeres en la investigación, la consideración de sus particularidades en el desarrollo de fármacos, el correcto abordaje de sus problemáticas y, en definitiva, adoptar una mirada hacia la igualdad, son elementos clave para construir una sociedad más saludable en todos los aspectos.
En más de 700 enfermedades existe un retraso diagnóstico en mujeres