CARGA MENTAL
El desafío de las tareas domésticas Desafortunadamente, la mayoría de la carga mental en el hogar recae en las mujeres, lo que genera estrés y agotamiento.
Son las seis de la mañana y suena el despertador. Beatriz se levanta, se ducha, hace los desayunos, viste a sus hijos de cuatro y siete años, los lleva al colegio, coge el metro más tarde y se va a trabajar. A las ocho está entrando en la oficina, le llaman del colegio porque Sergio, el de 7 años, tiene fiebre. Pide permiso a su jefe, sale corriendo de nuevo hacia el colegio, y lleva el niño a Urgencias. Beatriz deja al niño con una vecina porque por la tarde tiene una reunión. Sale a las seis de la tarde de trabajar, recoge a Alexis, de cuatro años. Ya en casa y con los dos niños, les da la merienda y hace una gestión para que una canguro la sustituya un par de horas. El padre de Beatriz está enfermo en el hospital y tiene que pasarse para que le den el alta y llevarle de nuevo a casa. Son las diez de la noche y Beatriz no ha tenido tiempo de comer.
Este ejemplo es real, no es descabellado y no es puntual. Beatriz lleva encima un gran peso. Aunque su marido hace algunas de las tareas de la casa, no comparte las mismas responsabilidades. Y es que Bea está pendiente de médicos, vacunas, tutorías de los niños, está pendiente de sus padres, su suegra y algún familiar más. Su tiempo libre lo ocupa con coladas, limpieza del hogar y compras y además, trabaja en una oficina 40 horas semanales.
No es ciencia ficción.Es el día a día de muchas mujeres. Ciertamente en el ámbito laboral, la carga mental se refiere a las tensiones y desgaste mental causados por el trabajo intelectual. Sin embargo, en los últimos tiempos, este concepto también se ha aplicado a las tareas domésticas. Aunque muchas de estas tareas pueden parecer sencillas, su planificación, organización y supervisión implican un trabajo mental constante. Desafortunadamente, la mayoría de la carga mental en el hogar recae en las mujeres, lo que puede generar estrés y agotamiento. Normalmente, la carga mental recae en una sola persona, generalmente una mujer, en lugar de ser compartida entre todos los miembros del hogar.
Las tareas domésticas siguen recayendo de forma mayoritaria en las mujeres y un 45,9 % se encarga de la mayor parte de ellas, frente al 14,9 % de los hombres que asume esta responsabilidad