Feminismo o barbarie
Pilar Aguilar, con su comparación `Feminismo o Barbarie', nos aportó una aguda visión del feminismo que ponía de manifiesto su capacidad como potencial civilizador. Efectivamente, solo avanzando en la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, y en la consecución de la plena ciudadanía de las mujeres, conseguiremos que nuestra sociedad sea digna y justa.
En esta línea, la ONU ha propuesto este 8 de marzo el lema `Invertir en las mujeres: acelerar el progreso'. Es muy preocupante la situación de desigualdad a la que aún hoy se enfrentan las mujeres del planeta. De hecho, los estudios pronostican que estamos a 300 años de la consecución de la igualdad plena. Unas predicciones escalofriantes que convierten a este problema en el reto inaplazable del siglo XXI.
Compartimos la diagnosis de Antonio Guterres al remarcar que «esta situación nace de siglos de patriarcado, discriminación y estereotipos dañinos que han configurado una enorme brecha de género». Una fractura que se cimenta en la sociedad machista en la que han crecido muchas generaciones y que algunos de manera interesada se empeñan en perpetuar. Aún hoy no faltan opiniones avaladas por la más retrógrada derecha con Vox como paradigma y por contagio un PP necesitado de sus votos con cuyo ideario cada día más se mimetiza.
¿Qué realidad rechazan los negacionistas de la machosfera? Los números son realmente preocupantes en la violencia machista en todas sus manifestaciones. Una auténtica lacra que requiere menos malabarismos y más implicación con su Pacto de estado en protección de las víctimas. La situación del empleo femenino ofrece cifras negativas en la equiparación de los salarios y en la igualdad de oportunidades. El reto de la paridad es perentorio ya que la práctica totalidad de los cuidados de nuestros hijos y mayoresdescansan en la mujer. La asimetría a la hora de compartir las tareas del hogar es vergonzante, destinándose aún más del doble de tiempo por parte de la mujer. No podemos olvidarnos de la realidad de las familias monoparentales representada por el 80%, las mujeres rurales, con discapacidad o migrantes.
El PSOE es un partido feminista sin complejos, que persigue la consecución de los objetivos de la agenda feminista para paliar esta situación injusta. Nuestro compromiso con la igualdad de la mujer es contundente y se refleja en las políticas que se han puesto en marcha. Unas acciones que trajeron sus frutos en materia de empleo femenino con un máximo histórico de 190.000 empleadas en junio de 2023. Lamentablemente durante los últimos meses el gobierno PPVox ya ha destruido 6.000 de esos empleos marcándonos un perturbador cambio de tendencia.
Trabajaremos desde el PSOE de Extremadura por todas y cada una de las mujeres de nuestra tierra, para revertir la realidad en un camino inaplazable por la igualdad y la justicia social. Una apuesta política sin adornos superfluos, sin campañas que solo buscan cubrir el expediente, sin política de discursos vacíos frente a los hechos, con un programa donde la igualdad sea un reto absolutamente transversal.
María Guardiola aún está a tiempo de romper con los que niegan este problema, con los rechazan la agenda feminista, con los que se borran de las reivindicaciones de las mujeres extremeñas. En sus propias palabras de romper con los que niegan la violencia machista y deshumanizan a los inmigrantes. Nuestra sociedad exige que más que no aceptar las cosas que no se pueden cambiar, nos comprometamos con cambiar las cosas que no podemos aceptar. Esa es el verdadero valor de la palabra.H