La lucha a través de la danza
La Diputación de Cáceres celebró ayer un acto institucional para conmemorar el Día Internacional de la Mujer en el que hizo «un llamamiento a la acción» para caminar hacia un mundo igualitario a través de políticas transversales. El Salón de Escudos del Palacio Provincial en la capital cacereña fue el lugar elegido para llevar a cabo este acto, que contó con los testimonios de mujeres que, según indicó la diputada de Igualdad, Antonia Molina, han contribuido a una «revolución», la del avance de los derechos de las mujeres, el avance por la igualdad.
El acto contó con la actuación de alumnas del Conservatorio Elemental de Danza El Brocense acompañadas por la música del director de la Banda Sinfónica Provincial de Cáceres, Antonio Luis Suárez, así como del arte o de la poesía, con el que se quiso levantar la voz, un año más, para seguir haciendo «un llamamiento a la acción». «Levantar la voz para que se unan en solidaridad con las mujeres de todo el mundo y trabajen juntos para crear un futuro más justo e igualitario para todas las personas, independientemente de su género», manifestó la artista visual Virginia Rivas, en«revolución»
cargada de leer el manifiesto institucional aprobado por la corporación provincial. Un manifiesto en el que se reitera el compromiso de la diputación de hacer de las políticas de igualdad políticas transversales que impregnen el conjunto de todas las actuaciones.
También el Ayuntamiento de Cáceres se sumó este viernes a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer con un acto institucional en el que se reclamó políticas que promuevan la igualdad de género, con gritos en favor de la
femenina y que es «más de lo que refleja». Durante el acto, Virginia Nieto, inspectora jefe hasta 2023 de la Unidad de Familia Mujer y Víctimas de la Violencia de Género de la Policía Nacional, recibió el reconocimiento del ayuntamiento de manos de la concejala de Igualdad, Encarna Solís. Participaron autoridades políticas, militares y judiciales en el ayuntamiento, donde se colocaron ocho espejos en los que se podían leer frases como «Soy mi mejor versión», «Creo en mí» o «A mi manera».