El Cáceres apesta a Plata
Aunque pudo darle la vuelta al final, los verdinegros caen con justicia frente a Cantabria
Pues nada, habrá que ir estudiándose qué equipos juegan en LEB Plata, cómo es ese baloncesto casi una década después. Vale que faltan once partidos y que si las matemáticas y tal y cual, pero el Cáceres Patrimonio de la Humanidad da toda la sensación de que será ahí donde juegue la próxima temporada. De hecho, la impresión es que es incapaz de ganarle absolutamente a nadie, ni siquiera a un Cantabria que llegaba sin varios de sus mejores hombres y que acabó sacando tajada de mérito del Multiusos en un final electrizante (71-73).
Tiempo habrá para reflexionar cuando la tragedia pase de mascarse a escenificarse, pero todo lo malo que le pase a este equipo será justo, como justo fue la derrota verdinegra este viernes. Pero tantas cosas se han hecho tan mal en estos meses y casi años que lo normal será esto. Ni siquiera un encuentro como el de los cántabros, que en otro contexto se hubiese sacado adelante, pudo ganarse. Séptima derrota seguida, depresión severa y pitos de una hinchada ya muy cansada.
Y eso que el inicio fue esperanzador. Arturo Álvarez había intentado mover el árbol con unas ambiciosas defensas alternativas y despojando de la titularidad a Hansel Atencia y dándosela a Pablo Rodrigo. Fue él quien lideró el arreón inicial verdinegro, con un juego alegre y bastante bien estructurado (10-3, min. 3). Lo de hasta soñar con remontar el `ave
rage' empezó hasta a respirarse. La plantilla del Cantabria, austera ya de por sí, se había deteriorado más aún con las lesiones de última hora de Bill Garrett y sobre todo Mirza Bulic, probablemente su mejor jugador. Terreno abonado, pero...
El Cáceres mantuvo su colmillo hasta el final del primer cuarto, con todos aparentemente implicados y repartiendo el protagonismo. Greg Gantt clavó la primera que cogió, otro signo en positivo, y el choque se fue a la primera pausa con un halagüeño 22-13. El escolta norteamericano no volvió a encestar, por cierto.
Sin hacer nada del otro jueves, pero mostrando la consistencia que le caracterizó durante la pasada temporada para ser el `equipo revelación' y en esta a respirar por encima de su presupuesto, el Cantabria se fue metiendo en el partido. La ventaja extremeña se volatizó en un abrir y cerrar de ojos y hasta los visitantes se pusieron por delante (28-31). El desconcierto reinaba hasta tal punto que Nuga falló un mate fácil, un síntoma de los crecientes nubarrones. Mal que bien, el Cáceres aguantó para irse al descanso por delante (3231), pero aquello olía raro.
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EL DRAMA El paso por los vestuarios no refrescó las ideas y Cantabria se mantuvo a lo suyo (32-38, min. 23) acrecentando el murmullo del Multiusos.
Ese momento crítico lo digirieron en principio bien los locales con bastante más calma de la habitual. Un triple de Dani Rodríguez y un contraataque de Remu Raitanen los pusieron por delante (50-48, min. 28). Otro triplazo, esta vez de Klavzar, devolvió la iniciativa a los cántabros, que entraron el cuarto final animados (50-52).
Hasta entonces el escolta esloveno no había hecho prácticamente nada, pero enganchó otros dos lanzamientos lejanos nada más reanudarse el choque que volvieron a hacer rechinar los dientes (52-58 primero y luego 52-60).
Entre Rodrigo y Balaban, con más casta que orden, remontaron en principio y la respuesta fue que la fiesta de Klavzar se prolongó. El mérito del Cantabria crecía aún más al ver sus dos `cincos' natos, Milovanovic y el exverdinegro Aitor Etxaguren, eran eliminados, y empezó a tocar el éxito con la yema de los dedos al entrar en el último cuarto con seis puntos por encima (64-70).
La magia del Multiusos, dormida pero nunca muerta, apareció por momentos entonces. Un par de buenas defensas y aciertos posteriores apretaron la situación hasta tal punto que Cáceres tuvo la última posesión con dos abajo para forzar la prórroga o incluso ganar. Fue entonces cuando Dani Rodríguez `se comió' el balón y el tiro que se pudo ejecutar ya fue fuera de tiempo. Una desgracia más, pero que nadie piense que si este equipo finalmente baja lo hará por mala suerte, sino por haber hecho muchísimas cosas mal.