Pasión de noche y de día: cómo
Cuotas asequibles, túnicas económicas y asistencia abierta. Cáceres pone fácil una Semana Santa más activa que nunca
La Semana Santa cacereña es una de las más accesibles y abiertas. No existen en esta ciudad especiales normas para procesionar como hermano de carga o escolta, ayudar en los traslados, participar de forma activa en los cultos o acudir a actos, habitualmente abiertos y sin coste. Cualquiera, en cualquier momento, puede darse de alta en una cofradía y salir en la siguiente estación de penitencia. Generalmente tampoco hay sitios asignados. Estos privilegios no existen en muchas ciudades, menos aún con una Pasión catalogada de Interés Internacional, enclavada en un entorno Patrimonio de la Humanidad. Todo ello ayuda a que, por ejemplo este año, exista un alentador número de nuevas altas cofrades. Telares, modistas y mercerías dan fe de este movimiento bastante intenso.
Los hábitos cacereños también destacan por su sencillez. Salvo contadas piezas de terciopelo incorporadas por algunas hermandades en las últimas décadas, para realzar su imagen en las calles, y salvo ciertas abotonaduras más elegantes, la mayoría son túnicas de telas básicas (además las hay válidas para distintas cofradías cambiando solo los complementos). Las cuotas tampoco tienen que ver con las de muchas ciudades de renombre cofrade, y no se exigen pagos obligados antes de procesionar.
Quizás esta idiosincrasia tan sencilla, en consonancia con el carácter de Cáceres, donde no gustan las normas especialmente rígidas ni hay rentas para dispendios, es la que ha permitido la eclosión de la Semana Santa, con 51 pasos, un número bastante elevado respecto a otras ciudades con mucha más población.
Ahora mismo es necesario un relevo. La generación del `baby boom' llevó a la Pasión cacereña a sus cotas más altas, pero ya está en los 60-70 años de edad. Actualmente el `peso' recae especialmente en la `generación X' (40-60 años). Hay muchas altas de jóvenes en las cofradías. Todos serán necesarios. ¿Pero cómo participar? ¿Con qué pasos es posible cargar por edades? ¿Cómo son las bandas? ¿Puedo ir de hermano de escolta? ¿Cómo hacerse estos trajes? El Periódico EXTREMADURA lo detalla tras consultar con las 17 hermandades.
Para entrar a formar parte de una cofradía cacereña simplemente hay que ponerse en contacto vía teléfono, web o whatsapp, darse de alta y abonar la cuota. Este sencillo paso da derecho a procesionar en todas las hermandades, salvo el Cristo Negro, que tiene establecido un `numerus clausus': solo lo hacen cada año 59 de sus 4.000 cofrades. El resto debe esperar a que le llegue su turno. Por ejemplo, este Miércoles Santo se incorporarán algunos de los inscritos en 1991.
Las cuotas siempre son asequibles en Cáceres, aunque un buen porcentaje de hermanos no pertenecen solo a una cofradía, por lo que éstas tratan de pasar al cobro en distintos meses. Generalmente se abonan por banco, aunque ya están activos sistemas como bizum.
La media oscila entre 10 y 12 euros al año, si bien las hermandades que las están revisando ya las suben a 15 euros por la importante escalada de los precios de las flores, las velas... Algunas cofradías tienen cuota libre, como Jesús Condenado. Otras establecen un mínimo, como Batallas y Humilladero (6 euros). También la Sagrada Cena ofrece una cuota especial de 12 euros para las familias.
Hay cofradías más recientes (Salud, Humildad y Despojado) que han incorporado la denominada papeleta de sitio. Se trata de un donativo que se entrega de forma voluntaria días antes de la procesión, normalmente entre 5 y 9 euros, para ayuda de velas, ornamentación floral, música... Otras hermandades ofrecen la posibilidad de sufragar elementos como los cirios de las imágenes marianas.
¿Dónde y con qué paso?
En las cofradías tradicionales, cada hermano suele elegir el paso en el que desea cargar, pero hay excepciones que los cofrades entienden: Jesús Nazareno es llevado a hombros en la Madrugada por estricto orden de antigüedad (están entrando los inscritos en 1980). También el Cristo Negro tiene una participación limitada. Y aunque no figura por escrito, en hermandades de varias imágenes, como Nazareno y Vera Cruz, los más jóvenes saben que existen ciertos pasos adecuados a su complexión y edad (La Magdalena, La Verónica,
Calvario Vacío, Jesús de la Salud y la Expiración, o Amarrado a la Columna). Otros de mayor envergadura y exigencia física se reservan para adultos experimentados (Beso de Judas, Oración en el Huerto, El Calvario, Las Angustias...). Luego hay pasos señeros que, sin haber una norma establecida, se dejan a los hermanos veteranos, como la Dolorosa de la Cruz, la Esperanza, la Misericordia o el Cristo de las Indulgencias.
Otras cofradías que sacan a la calle dos o tres pasos, organizan a los hermanos por alturas, y asignan cada turno a un paso con el fin de que vayan armonizados y repartiendo mejor el peso (Batallas, Expiración...). Pero las hay también de libre elección, que colocan por alturas cada uno de los turnos. En cualquier caso, los mayordomos afirman que cuando hay que sacar hermanos de una imagen para reforzar otra, la predisposición
es buena porque existe un concepto de servicio a la cofradía por encima de las preferencias.
Las hermandades de costaleros (Salud y Humildad) y el Despojado (falso costal o doble hombro) asignan los puestos de carga meses antes, durante la denominada `igualá', y realizan distintos ensayos previos a las procesiones. Otras cofradías que llevan sus pasos a hombros también programan desde hace años ensayos previos, caso de
Humilladero, Expiración, Condenado o Victoria. Las hay que los hacen con los pasos de los más jóvenes para crear escuela, como Amor, Nazareno y Sagrada Cena.
En cuanto a los hermanos de escolta, generalmente tampoco existen lugares asignados y se van organizando durante los encuentros de Cuaresma, incluso a medida que llegan los cofrades al templo el mismo día de la procesión. Las hermandades con papeleta de sitio sí establecen estas ubicaciones de forma previa, porque precisamente esa es la finalidad organizativa de disponer de dicha papeleta.
Los menores, con permiso
Las cofradías suelen tener recogido en sus estatutos que se puede cargar con un paso desde los 18 años, pero prácticamente todas permiten hacerlo desde los 16 o los 17 (según caso), siempre con una autorización paterna y siempre que la cofradía estime que tienen fortaleza física suficiente. A estas edades se asignan los pasos más llevaderos, o bien se forman turnos especialmente reforzados.
Los pasos de costaleros, que además son composiciones de misterio con varias figuras, como Jesús de la Salud en su Injusta Sentencia o Jesús de la Humildad en su Prendimiento, no ven conveniente bajar de los 18 años.
En cuanto a los hermanos de escolta, cualquier edad es buena. Estandartes, faroles o pendones se asignan teniendo en cuenta la complexión física del cofrade, pero hay funciones y tareas para todos.
Túnicas: telas por 25 €
«Este año se aprecia mucho movimiento», afirma Diego Bravo, de
Retales Manolo, uno de los termómetros del movimiento cofrade. Su tienda dispone de todas las telas que necesitan los hábitos, capas, capelinas, capuchones y verduguillos de las hermandades cacereñas, «Son de sarga, una tela bastante económica que sale muy bien de precio. Algunas cofradías han incorporado elementos en terciopelo, pero son piezas menores», detalla. También está vendiendo tela de encaje, negro y blanco (Domingo de Resurrección), para los trajes de mantilla, peinetas incluidas.
«La túnica de un adulto puede salir por unos 25 euros aproximadamente de media, a lo que luego se añadirían los complementos», calcula Diego Bravo.
A continuación está la confección. Las tiendas de retales pueden facilitar los nombres de modistas que ofrecen sus contactos, y que a estas alturas ya ultiman un encargo tras otro. La túnica, incluida tela y costura, ronda los 90 euros, pero si lleva capa deben añadirse alrededor de 60 más.
Hay dos cofradías que disponen de taller de costura: la Salud y el Humilladero. Lola Moreno es la coordinadora de este último, que cumple diez años de trabajo incansable. «Comenzamos siempre a final de septiembre, dos días por semana, y ya no paramos hasta junio», relata. «Hacemos túnicas para los hermanos, este año muchísimas, una treintena, y también elementos para la procesión, como la manga de la cruz guía o las albas bajo las dalmáticas, que han sido los últimos trabajos. Por supuesto, sayas, mantos...», detalla.
Préstamo de hábitos: 10-20 €
La gran mayoría de las hermandades también tienen servicio de préstamo de hábitos, tanto de carga como de escolta, para las personas que se ven a última hora sin la indumentaria. Algunas cobran entre 10-20 euros por el alquiler (dinero que se reinvierte en confeccionar nuevas piezas y en los gastos procesionales). En ocasiones piden una fianza añadida que devuelven a la entrega del traje. Las hay que todavía no cobran nada, pero solicitan que se cuide una indumentaria al servicio de todos los cofrades. Ojo, porque varias hermandades ya tienen copadas las reservas.
Cíngulos, distintivos...
La mercería Maeva es otro de los templos de la Semana Santa. Allí es posible completar el hábito de la mayoría de las cofradías con todos los complementos. «Hay muchísima venta», cuenta José Manuel Caldito, de 27 años, satisfecho por haberse quedado con este negocio tras la jubilación de su anterior propietario en noviembre.
José Manuel forra los botones de las hermandades que lo precisan. Vende la mayoría de los distintivos, algunos realizados a mano por él mismo. Dispensa cíngulos artesanos del Nazareno, de los Ramos y de los Estudiantes, pero también del resto, blancos, negros, malvas, dorados... Por supuesto dispone de capuchones, mantillas y peinetas. «Ahora mismo no paro», cuenta sonriente.
Las bandas: `do' de pecho
Luego están las agrupaciones musicales, que literalmente no descansan. Empezaron a ensayar en agosto, y ahora viven su momento más álgido. La Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo del Humilladero hará un total de once procesiones, y la Agrupación Nuestra Señora de la Misericordia otras nueve. También tienen su agenda de Cuaresma muy ajetreada. «Hemos concertado recitales con las cofradías de Batallas, Cristo Negro, Ramos, Victoria, Virgen de la Montaña..., además de los pregones de Casar y Malpartida de Cáceres», explica Ricardo Hurtado, director de la Misericordia.
Por ejemplo, la tarde de Jueves Santo tocarán en Gerena (Sevilla) para regresar en la Madrugada cacereña con el Nazareno (su hermandad), nuevo viaje en la tarde de Viernes Santo a Toledo (municipio de Villaseca de la Sagra), y vuelta a Cáceres para salir con la Victoria en el Sábado Santo y con la Soledad el Domingo de Resurrección. Sus 90 miembros ahora ensayan hasta cuatro días a la semana.
También la Banda de Cornetas y Tambores del Humilladero se reúne de lunes a jueves, bien en el ferial, bien en la parroquia del Espíritu Santo si llueve, para dar el `do' de pecho en unos ensayos que comenzaron hace ocho meses. Por delante tienen casi una docena de procesiones. Su periplo, solo de Miércoles a Viernes Santo, irá desde Almendralejo hasta Almadén de la Plata (Sevilla), pasando por varias cofradías en Cáceres.
Además de esta agrupación, formada por 92 integrantes, el Humilladero también cuenta con la de Cornetas y Tambores del Espíritu Santo, con 43 niños de hasta 14 años. Fue creada por la necesidad de formar a los más jóvenes, que ofrecen todo un recital de destrezas en cada una de sus actuaciones, cada vez más numerosas.