El Montijo es derrotado con crueldad
El Guadalajara culmina su remontada a los extremeños en los últimos minutos tras un gol olímpico de los locales
Cruel derrota de la UD Montijo en el Pedro Escartín de Guadalajara. Los de Jesús Acevedo cayeron en el último suspiro, después de que Runy los adelantara en el marcador a falta de poco más de veinte minutos. Pero un extraño gol olímpico de Sergio Marcos y el instinto depredador de Morcillo, `pichichi' del Grupo 5 con 15 goles, dejaron sin premio otro bueno partido de los rojinegros y frustraron su penúltima posibilidad de reengancharse a la lucha por la permanencia, tras su agónica remontada frente al Unión Adarve del pasado domingo. Aún hay tiempo, las sensaciones tampoco son malas, pero no sumar en partidos como el de ayer acaban marcando la diferencia entre la felicidad y la decepción.
El joven técnico montijano quiso premiar al mismo once que en la última jornada había devuelto la ilusión al Emilio Macarro, con la entrada en el lateral diestro de Marcos por el canterano David como única variación.
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A POR TODAS Y salió a por todas el conjunto extremeño, que en apenas dos minutos ya había protagonizado dos acciones protagonizadas por Runy, muy activo durante toda la tarde. Enfrente, un `Depor' Guadalajara lejos de pelear por el ascenso y con su técnico Gonzalo Ónega cada vez más cuestionado, formaba con su extraño sistema
asimétrico, en el que Richi Souza defiende como un central más e inicia el juego ofensivo como un pivote.
El choque fue abierto, con alternativas y, sobre todo muchas ocasiones en una y otra portería. Algo que deberían haber agradecido los pocos espectadores (la entrada fue la más floja de toda la temporada) que desafiaron al viento y al frío alcarreños. La mejor ocasión del Montijo en todo el primer tiempo fue un zapatazo de Pere Haro, otro de los destacados, que buscaba la escuadra derecha, hasta donde voló Álex Herrero para despejar a córner, en un auténtico paradón. Pineda, en dos ocasiones, Sergi Segura y Morcillo también pudieron adelantar a los morados, aunque sus remates no fueron tan peligrosos como los del lateral catalán.
Tras el descanso, salió apretando el Guadalajara, que dispusieron de una ocasión inmejorable, de las que no suele fallar Iván Moreno, y de una llegada de Sergi Segura por la izquierda que obligó a Álex Dos Santos a despejar a córner. Poco a poco, el Montijo volvió a equilibrar la situación y empezó a dar señales de advertencia a su rival. Yaya Diassy se dejó la piel en cada presión, Santi Müller se hartó a correr y a pelear con los zagueros locales y Pere se atrevía a la menor oportunidad a incorporarse al ataque, liberando a Runy para que éste lo intentara por el centro.Si el resultado se mantenía inalterable se debía más a la poca puntería de unos y de otros que a la falta de acciones ofensivas. Darius se equivocó esperando que
Álex Herrero despejase un centro raso de Runy, cuando de haber dado solo un paso adelante hubiera marcado a puerta vacía. El propio Runy le enmendó poco después, iniciando una rápida contra con el apoyo de Müller, que se la devolvió al corazón del área para que el extremo de Hornachos adelantase, por fin, a los suyos.
La afición local explotó, pidiendo la dimisión del técnico, pero, cosas del fútbol, Sergio Marcos empataba poco después desde la esquina derecha del ataque. Golpeó con la zurda, muy elevado, el balón bajó con nieve y acabó introduciéndose como un misil por el segundo palo de un desesperado Álex, que quizá pudo hacer más, aunque es de justicia reconocer que el balón hizo un efecto extraño. Los dos necesitaban ganar, así que los últimos minutos fueron un toma y daca del que salió vencedor el Dépor, otra vez en un córner, esta vez desde la izquierda, que tras varios rechaces, acabó empalando Morcillo a la red.
En los siete minutos que restaban, el Montijo, agotado, ya no pudo replicar para rescatar un punto que había merecido.