El nadador de sobresaliente
Atesora a sus 16 años tres medallas y un triunfal expediente académico
La natación emeritense sigue horneando jóvenes promesas. A sus 16 años, el nadador Juan Antonio Galán (nacido en Mérida, pero afincado en Cáceres) apunta muy alto. Lo demuestran sus tres medallas (una de plata y dos de bronce) en el Campeonato de España Junior que se celebró hace unas semanas en Sabadell. Con tan solo ocho años y motivado por su madre, Galán comenzó a descubrir su pasión deportiva. Enseguida, una idea se empezó a gestar en su cabeza, que acabó por germinar del todo cuando le sugirieron apuntarse al Club de Natación Mérida. De esto ya hace un largo tiempo, en los que poco a poco, aunque con velocidad de vértigo, fue consiguiendo estupendos cronos en el agua que le permitieron cosechar un importante palmares.
Con 14 años ingresó en el Centro de Alto Rendimiento y Tecnificación de la Ciudad Deportiva de la capital cacereña. Así, la joven promesa dejó Emérita Augusta para intentar alcanzar su objetivo: llegar a ser un nadador de élite. Tiene que compaginar el deporte con sus estudios. «Me levanto a las cinco y media de la mañana para ir a entrenar y después voy al Instituto Virgen de Guadalupe. Entreno una media de más de cuatro horas al día y mis notas son todas sobresalientes. La clave está en organizarse bien, que de momento
«Entreno una media de más de cuatro horas al día», asegura el joven nadador Juan Antonio Galán
no hay ningún problema», comenta Galán a este periódico.
A veces se siente más cómodo en el agua que en tierra firme. El deporte de élite le ha enseñado que no solamente con los entrenamientos es suficiente para conseguir el máximo rendimiento en la piscina. El descanso y la nutrición son otros pilares fundamentales. Le gustaría estudiar alguna ingeniería o arquitectura. «Los estudios son muy importantes en un deporte como la natación ya que
no cuenta con las mismas oportunidades de otros deportes como el fútbol o el baloncesto, y es muy difícil vivir de ella», manifiesta este joven emeritense con una sonrisa.
Y es un deporte de mucho sacrificio, como lo define el propio Juan Antonio: «Si no te sacrificas no puedes llegar prácticamente a nada». Pero que merece la pena, al menos para este nadador promesa del Club de Natación Mérida, al que, si sigue por el mismo camino, se la augura un buen futuro.