Sin tregua para el sufrimiento
De los cinco equipos que iniciaron la jornada en descenso sumaron un triunfo y la permanencia se pone más cara Los cinco equipos extremeños siguen en problemas, aunque sobresale la reacción del Badajoz
El fútbol extremeño está condenado a sufrir en Segunda Federación esta temporada. Los atisbos de reacción de uno y otro equipo no han terminado de culminar con la regularidad que demanda esta liga y, a falta de ocho jornadas para el final, los cinco equipos extremeños están sumidos en una lucha sin cuartel por lograr la salvación.
Vuelve a meterse en problemas el Villanovense, que sigue siendo el mejor de los extremeños clasificados en una discreta novena posición, eso sí, sólo cuatro puntos por encima de la promoción de permanencia, es decir, está metido en el ajo. Y lo está por las dos últimas derrotas que han truncado su recuperación en la segunda vuelta. La última, en casa ante el Navalcarnero, ha encendido las alarmas. Un golazo de cabeza de los madrileños dinamitó la fiesta del partido 500 de Pajuelo, que tuvo que entrar en la primera parte por la lesión de Samu Hurtado. Atentos a su lesión muscular porque el lateral almendralejense es pieza clave en los esquemas de Gus. El Villanovense ha vuelto a encadenar dos partidos consecutivos sin marcar. Otro aspecto preocupante es el público. Apenas 600 espectadores en el último partido. El Villanovense necesita más el apoyo de su grada en esta parte de la temporada.
Tiene ese apoyo el Cacereño, que se quedó con ganas de saborear la tercera victoria consecutiva tras perder 1-0 ante el Ursaria. Salió desconectado el equipo de Cobos y lo pagó en un error de marcaje entre centrales que programó el primer y único tanto del partido.
El Cacereño está por detrás del Villanovense, con un punto menos. Sólo tres puntos por encima del peligro. El equipo acumulaba seis encuentros sin perder y es mucho más fiable que el de la primera vuelta, pero está viendo como los equipos de abajo aprietan de lo lindo. Sólo esta semana, ganaron Badajoz, San Fernando, Mensajero y Navalcarnero, cuatro equipos que iniciaban la jornada en puestos de descenso. La permanencia se pone cara y los que suelen vivir medianamente tranquilos tienden a ponerse nerviosos. El partido del próximo domingo ante el Talavera se antoja más que crucial para los intereses del equipo de Julio Cobos. Será la vuelta de Lolo Pla al estadio Príncipe Felipe de Cáceres.
El gran beneficiado de la jornada
fue el Badajoz, que sacó adelante uno de esos partidos que desafían a las leyes del fútbol y su entorno. Sin los entrenamientos adecuados, en un ambiente de continua convulsión, con jugadores despedidos y readmitidos, sin entrenador registrado en acta, con un director deportivo que hace de todo y un desgobierno generalizado en el club, el Badajoz puso el escudo por delante en El Prado de Talavera para ganar un partido con gol de cabeza de Samu Manchón, el más bajito de la plantilla. Una película de ciencia fic
ción.
Sea como fuese, la victoria ha dado un giro copernicano a la situación y a la mentalidad de plantilla y afición, que ahora se ven metidos de nuevo en la pelea por la salvación y con la capa de la heroica volando alto. En estos contextos, el grupo Oliver es un auténtico especialista en salvar bolas de partido.
Lo cierto es que el Badajoz no ganó de casualidad y de ello sacó pecho Luis Oliver junior, que tiene pensado quedarse en el banquillo mientras las cosas salgan
bien. Será director deportivo, general, entrenador y lo que quiera porque el club es suyo.
En problemas y en descenso se ha metido el Llerenense, que perdió 2-1 ante el Unión Adarve, aunque prosiguió en su línea de ser un equipo competitivo y generador de oportunidades. Su apuesta debe ser en el estadio Fernando Robina.
Y la peor parte es para el Montijo, al que la salvación le queda a 10 puntos. Sólo le queda el honor, al menos, de verse como un equipo competitivo.
El partido BadajozVillanovense de este domingo abre un carrusel de derbis para el final de liga