Coro y su hija cumplen un sueño

Coro García tiene 44 años y desde que era una niña lloraba por no poder salir acompañando a su Jesús de la Espina. Hace un mes se enteraba de la decisión de esta hermandad de abrir a las mujeres la posibilidad de procesionar y asegura que para ella es un «regalazo». Ella y su hija son la tercera y cuarta generación, respectivamente, de su familia que acompañarán al conocido como Señor de Badajoz. Para Coro García es un momento muy especial, porque continúa con la tradición familiar y porque lo hará acompañada de su hija Coro Gridilla. «Desde que era pequeña veía a mi padre salir de nazareno con mi hermano y yo lloraba porque quería salir, pero asumí que las mujeres estaban en la junta de gobierno y los hombres de nazarenos», asegura Coro con emoción. La historia se volvió a repetir el año pasado cuando la pequeña Coro, de nueve años, veía cómo salían sus hermanos en la procesión y ella se quedaba fuera, al igual que hiciera durante años su madre. Coro

Gridilla afirma que lo vive con muchas ganas porque este año tendrá «la suerte de estar muy cerca del Señor dos veces, primero en la procesión y después el día de mi comunión».

Coro García asegura que cuando recogía el hábito de nazareno ha vivido «un momento muy emocionante». «Tenía sentimientos encontrados: por un lado sentía que rompía con la tradición y, por otro, muchísima ilusión por cumplir un sueño». Esta madre y esta hija son dos de las muchas decenas de mujeres que viven estos días con la emoción retenida, con el convencimiento de que es este un momento histórico para la Semana Santa pacense.

«Por un lado siento que rompo con la tradición y, por otro, lo vivo con mucha ilusión por cumplir un sueño»