Once comunidades autónomas rebajan las tarifas del IRPF
Los economistas avisan de beneficios fiscales «de compleja comprobación» y «escasa relevancia para los contribuyentes»
Un total de 11 comunidades autónomas han rebajado sus tarifas del IRPF para paliar los efectos de la inflación. En 2024 se han sumado a esa tendencia Baleares, Cantabria, La Rioja, Navarra y el País Vasco. Muchas comunidades regulan deducciones, en general con poco coste recaudatorio porque se suelen circunscribir a contribuyentes con circunstancias muy concretas y, normalmente, con rentas bajas, según recoge el estudio Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2024, elaborado por el Consejo General de Economistas y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF).
Cataluña es la comunidad en la que más tributan las rentas medias de 30.000 a 45.000 euros anuales, mientras que en la Comunidad de Madrid las de 160.000 euros en adelante son las que padecen una menor carga. En Euskadi es donde menor carga soportan las rentas entre 30.000 y 110.000 euros anuales.
Según este estudio, en Madrid y en la Comunidad Valenciana, con 29,47 euros de cuota en ambos casos, es donde menos se tributa hasta los 16.000 euros y en las comunidades forales de Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, en las que más, con 960 euros.
La Comunidad de Madrid es el territorio en el que menos se tributa por el IRPF de los 160.000 euros en adelante, con 56.681,65 euros; en la Comunidad Valenciana es en la que más a partir de los 110.000 euros en adelante, con 38.741,55 euros.
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentí Pich, criticó ayer la profusión legislativa y modificaciones que «complican la vida a la gente» y provoca pleitos en los tribunales, a la vez que ha reclamado la reforma del sistema de financiación autonómica.
AGOTADO/
UN MODELO El presidente del REAF, Agustín Fernández, alertó de que el modelo de financiación «se encuentra en una situación de agotamiento». También explicó que el impuesto a las grandes fortunas ha provocado que varias comunidades hayan ajustado sus estrategias fiscales en el impuesto del patrimonio para proteger su parte de recaudación».
Los economistas denuncian que «la calidad normativa de las comunidades es deficiente». En este sentido, advierten que se establecen muchos beneficios fiscales «de compleja comprobación y de escasa relevancia para los contribuyentes». Muchos de los incentivos «son nominativos y resultan poco efectivos, soportan un alto coste administrativo para su verificación, son de escasa recaudación y es discutible que alcancen los objetivos por los que son creados». En el estudio se destaca que los impuestos propios de las autonomías suponen apenas el 2,2 % de los ingresos tributarios de 2022, a pesar de que con respecto a 2021 se recaudó el 10,9 % más.